En la reciente final del Miss Grand International en Tailandia, Luciana Fuster se despidió de su puesto como la reina de dicho certamen y no dudó en compartir un conmovedor mensaje para la audiencia.
La modelo peruana, con lágrimas en los ojos, agradeció a todos aquellos que la acompañaron en este viaje, especialmente hacia su madre, a quien considera su mayor inspiración.
Vestida con un deslumbrante traje de lentejuelas plateadas y una cola majestuosa, se tomó unos minutos para ceder su corona a la finalista de este año.
«Este año me enseñó cuán fuerte y resiliente soy. Quiero compartir con las mujeres del mundo lo importante y poderosas que somos cuando amamos lo que hacemos», señaló.
«Espero que hayan disfrutado mi reinado tanto como yo, y que mi legado sea siempre recordado. Este año me demostró que la vida se trata de crecer y aprender a través de los cambios», acotó.
