Los culpables de la ola migratoria

Los peruanos no tenemos nada contra los hermanos venezolanos, más bien entendemos la situación de su país y les extendemos la mano, ofreciéndoles cobijo y trabajo. Hay que reconocer que gran parte de estos migrantes se caracterizan por su talento y poseen muchas cualidades destacables. Sin embargo, muchos compatriotas que se han solidarizado con inmigrantes procedentes de Venezuela han recibido como pago la traición y resultaron siendo víctimas de robo y hasta asesinato. El asunto es que, entre tantos venezolanos en el Perú, también hay muchos delincuentes que amenazan la seguridad ciudadana.

Basta mencionar los dos últimos casos de crímenes a manos de venezolanos para entender la magnitud del problema. Un limpiaparabrisas de ese país asesinó a un taxista, clavándole unas tijeras en el pecho solo porque no permitió que limpie las lunas de su vehículo. Hace unos días, otro venezolano quemó viva a su pareja, quien murió luego de una terrible agonía.

Uno de los causantes de esta avalancha migratoria es el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, autor de frases como: “Vengan al Perú, les pagaremos sueldos de ley” y “te ayudaremos si lo necesitas, estamos contigo”. No lo hizo solo de buena gente, sino, principalmente, para sumarse a la campaña de la derecha contra la izquierda. Ya sabemos que Nicolás Maduro es una figura relevante en el desprestigio de la izquierda; entonces, acoger a los venezolanos que huyen de la miseria en su país era un golazo “anticomunista”.

Las consecuencias de esa política migratoria de PPK son espantosas. Según Migraciones, entre enero del 2016 y diciembre del 2022, 1’593,429 personas venezolanas habrían ingresado por punto de control migratorio y de ellas 748,781 permanecen en el Perú. Sin embargo, la cifra no oficial se estima en aproximadamente 1.2 millones.

La situación se complicará porque en Chile han decidido deportar a los venezolanos indocumentados debido a la ola de crímenes perpetrados por compatriotas de Maduro. Y como muchos venezolanos llegaron allá procedentes de Perú, es posible que regresen a nuestro país, huyendo o por una orden de abandonar Chile.

El gobierno Pedro Castillo no cumplió con su promesa de expulsar a todos los venezolanos delincuentes, solo deportó a varios, pero con tanta impericia que algunos fueron devueltos al Perú porque no se siguió el mecanismo correspondiente. O sea, a la negligencia de PPK, se sumó la incapacidad de Castillo. Mientras tanto, la ola de crímenes perpetrados por venezolanos crece y hay inercia en las autoridades. Ya es hora de hacer algo. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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