Se cumple el primer año de la victoria electoral de Javier Milei en Argentina. Con él, se acabó la patética fórmula socialista del subsidio, la subvención y la ofrenda barata, para perpetuarse en el poder a costa de los más pobres. La política empobrecedora y corrupta del peronismo concluyó, eliminando el asistencialismo que tenían atontada a la sociedad argentina.
Argentina ya cambió. Se acabó la crisis inflacionaria, producto de experiencias económicas caducas de la ladrona de Cristina Kirchner. Por otro lado, en Estados Unidos, asume la presidencia Donald Trump que convertirá al país norteamericano en la capital mundial de las criptomonedas. Su visión incluye transformar el Bitcoin en un activo de reserva nacional mediante la creación de una “reserva estratégica”. Pero no la tiene tan fácil. Avizoramos, según los indicadores macroeconómicos, que vendrá sin duda, una gran crisis económica para los últimos meses del 2025.
En el país de las maravillas, Martin Vizcarra, tremendo pillo y mentiroso consuetudinario será condenado a 24 años de prisión por los delitos de cohecho y colusión en el caso Lomas de Ilo-Hospital de Moquegua. Siguiendo con los procesos, Ollanta Humala y Nadine Heredia, serán sentenciados indubitablemente. El Ministerio Público condenará con penas de 20 años para el expresidente más “saco largo” de la historia y 26 años para la soberbia y arrogante ex primera dama por recibir, pitufear y llenar sus bolsillos con dinero sucio de Odebrecht.
Luego, Susana Villarán, la pseudo lideresa de la moralidad socialista, la corrupta jefa de una organización criminal político-televisiva que hipotecó a Lima por 40 años, será condenada por confesar haber recibido aportes de empresas como Odebrecht y OAS para financiar la campaña contra su revocatoria en 2013, por los delitos de asociación ilícita, colusión, lavado de activos y falsedad genérica. 29 años de prisión es la pena. Y Pedro Castillo, el presidente más ignorante de la narrativa nacional y promotor del golpe más estúpido de la historia mundial y su recua de bandidos, Aníbal Torres y Betsy Chávez también serán condenados larguísimos años.
A Dina Boluarte no le irá mejor en el 2025. La frivolidad como marca gubernamental le pasarán una altísima factura. Esa alianza política pegada con babas, que tiene con Acuña, Pepe Luna, y otros oportunistas que le dan cierto soporte, no prosperará demasiado tiempo. El matrimonio de conveniencia acabará cuando convoque a elecciones.
Los politiqueros de alquiler, saltarán como ratas del barco para desentenderse de todo lo que significa el gobierno Boluarte con 3 % de aprobación y un descrédito y desprestigio monumental. Lo harán por un tema estrictamente electoral.
Apuesto lo que sea, que Nicanor y Vladimir no aparecen.
(*) Analista político.
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