Opinión

La yunta y el tractor de Castillo

Por: Martín Valdivia Rodríguez

El presidente, Pedro Castillo, aparece en una foto conduciendo una yunta de bueyes y hundiendo el arado en la tierra. Sus detractores salen inmediatamente al ataque, a atribuirle ideas desfasadas y decir que no piensa tecnificar el agro, sino seguir usando técnicas antiguas. Hay que recordar que Alberto Fujimori utilizó un tractor para su campaña electoral, pero en diez años de mandato, de 1990 al 2000, hizo poco o nada por la agricultura, pese a que él es ingeniero agrónomo. Pero en el caso de la yunta de Castillo no se cuenta la historia completa.

Un tuitero publica la misma foto de Castillo al lado de una yunta en la época medioeval. “Pedro Castillo, al impulsar la Segunda Reforma Agraria, usa el arado que fue inventado hace más de 5000 años, cuando debería ser implementando tecnología y métodos novedosos de agricultura. Así de retrasado es este señor, cinco milenios de ignorancia”, anota el cibernauta.

A decir verdad, para este cuestionamiento se utilizó solo una de las fotos que Castillo publicó en sus redes sociales sobre su reciente visita a Apurímac. Al lado de la imagen de la yunta había otras imágenes donde el presidente aparece subido en uno de los tractores que entregó a los comuneros. Pedro Castillo agrega el siguiente mensaje: “A nuestros hermanos agricultores de Apurímac, hoy les dotamos de modernas maquinarias para su trabajo. Con este apoyo, ponemos en valor su esfuerzo y fomentamos la industrialización del agro para asegurar la soberanía alimentaria del pueblo peruano. Segunda Reforma Agraria”.

En consecuencia, el uso del arado tuvo un carácter simbólico, como si se tratara de un ícono de la Primera Reforma Agraria, de tal manera que el tractor vendría a representar a la segunda, un proceso que, por cierto, no consiste en la expropiación de las tierras para entregárselas a los campesinos, como ya lo ha aclarado Castillo más de una vez.

La agricultura es uno de los sectores más olvidados y marginados desde hace décadas, pese a que los gobernantes, como Fujimori, prometieron el oro y el moro en sus campañas electorales, para al final no cumplir su palabra. Los agricultores se han mostrado firmes, en primera línea en medio de la pandemia, para garantizar que la tierra produzca y poder abastecer de alimentos a las ciudades. Merecen el apoyo del Gobierno. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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