Particular

La vacuna salvará una vez más a la humanidad

Millones de personas son inmunizadas contra el COVID-19 en el mundo, pero piden no bajar la guardia

La primera vacuna de la historia se utilizó en el siglo XVIII, exactamente el año 1796. El investigador Edgard Jenner se dio cuenta de que las personas que ordeñaban las vacas raras veces contraían la viruela, una enfermedad que estaba matando mucha gente. El hecho le causó curiosidad, se acercó a los establos y a una lechera le escuchó decir “Yo no cogeré la viruela mala porque ya he cogido la de las vacas”. Jenner decidió inocular la viruela vacuna a un niño y esperó a que se recuperara, para luego inyectarle la viruela humana. El niño no se infectó. Así nació la vacuna, que hoy, una vez más, es la esperanza de salvación de los seres humanos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que “las vacunas salvan cada año millones de vidas”. “Su función es entrenar y preparar a las defensas naturales del organismo ―el sistema inmunológico― para detectar y combatir a los virus y las bacterias seleccionados. Si el cuerpo se ve posteriormente expuesto a estos gérmenes patógenos, estará listo para destruirlos de inmediato, previniendo así la enfermedad”.

Las primeras vacunas en ser aplicadas fueron la desarrollada por el laboratorio alemán BioNTech en alianza con el laboratorio Pfizer y como la producida por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos y el laboratorio Moderna. Ambas usan la misma tecnología de ARN mensajero y tienen una efectividad mayor a 94%, requieren dos dosis, con tres y cuatro semanas de intervalo entre cada una, respectivamente.

CAMPAÑAS DE INMUNIZACIÓN

La tercera vacuna en ser aprobada fue la del laboratorio chino Sinopharm, que usa la tradicional tecnología de inactivar el virus, tiene 79% de efectividad y fue aprobada sin limitaciones en China, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.

Por su parte, las cinco vacunas que recibieron aprobación de uso limitado son la de los Institutos Gamaleya y Vector en Rusia; la de Oxford/AstraZeneca, en el Reino Unido, y las de los laboratorios chinos Cansino y Sinovac.

En tanto que la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford en alianza con la empresa farmacéutica AstraZeneca usa virus de resfrío de chimpancés como vector y tiene una efectividad de 70%.

Luego continuaron las vacunas del laboratorio estadounidense Johnson & Johnson, que usa el virus de resfrío Ad26 como vector, y la del laboratorio chino Sinovac, que usa el nuevo coronavirus inactivado como plataforma.

Una vez que fueron superados los pronósticos más optimistas a comienzos de la pandemia, la vacunación masiva contra el COVID-19 comenzó en los primeros días de diciembre, menos de un año después de que científicos chinos difundieran el genoma del virus surgido a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan.

ISRAEL SIN MASCARILLAS

Hace unas semanas, el ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein, levantó el uso obligatorio usar mascarilla al aire libre en el país. A través de un comunicado, Edelstein indicó que se tomó la decisión sobre la base de las recomendaciones de expertos. Israel fue uno de los primeros países del mundo, en la primavera de 2020, en imponer la mascarilla sanitaria en los lugares públicos. La exitosa campaña de vacunación fue determinante ahora para relajar esa medida.

En otros países, así como en algunas ciudades de Estados Unidos, la campaña de vacunación está dando resultados positivos, pues han bajado los contagios y las muertes por coronavirus, por lo que las autoridades se preparan para ordenar la suspensión de algunas medidas restrictivas y abrir una parte de los negocios para reactivar la dañada economía.

NO RELAJAR LAS MEDIDAS

Sin embargo, el peligroso ser triunfalistas. “Los casos de COVID-19 a nivel mundial disminuyeron por cuarta semana consecutiva y las muertes han reducido un 10% desde hace unas semanas, pero no es momento de bajar la guardia”, afirmó Tedros Adhanom Gebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud. Explicó que las disminuciones parecen deberse a que los países están implementando medidas de salud pública de manera más estricta.

“Pero recuerden, hemos visto esto antes. Ahora no es momento de relajar las medidas, ni de que ninguno de nosotros baje la guardia. Cada vida que se pierde ahora es aún más trágica puesto que ya tenemos vacunas”, agregó Tedros Adhanom Gebreyesus.

La disminución de casos, además, oculta un número cada vez mayor de brotes y propagación comunitaria que involucra variantes del SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, advirtió el director regional de la OMS para Europa.

Efectivamente, hay países, como Chile, donde pese a tener un espectacular avance en la vacunación de la población contra el COVID, los casos de contagio y muertes aumentaron. Ocurre que la vacuna causa una sensación de confianza que, a su vez, motiva el relajamiento de las medidas preventivas.

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