La renuncia de Paco Hervás
Por: César Picciotti

Conozco a Francisco Hervás- técnico de la selección absoluta de voley femenino – desde hace unos cuatro años. Es una persona decente, conocedor del voleibol, amante de su trabajo y dedicado a su familia. Llegó a la dirección técnica de nuestro combinado patrio luego de hacer una excelente campaña con el club de Regatas Lima y dejar una muy buena impresión a los ojos de los hinchas nacionales.
Hervás vivió de cerca la realidad paupérrima de nuestra dirigencia nacional, sumergiéndose – seguro muy a su pesar- dentro de los rigores de una falta absoluta de recursos, tanto humanos como financieros, viviendo siempre al filo de lo ridículo y lo grotesco. Estas realidades tiene que vivir un técnico que acepte dirigir un seleccionado adulto de voley: las exigencias son muchas, la valla muy alta, la hinchada muy impaciente. El deporte es así, la alta competencia exige calidad y la mochila pesada del glorioso pasado de nuestro voleibol reclama lo suyo.
Paco Hervás fue consciente de esa realidad y aceptó dirigir a Perú. Pues bien, el técnico español acaba de renunciar a la selección absoluta luego de la desastrosa campaña del Sudamericano de Voleibol, donde quedamos últimos luego de perder todos los partidos y caer derrotados – quizá ese sea el mayor estigma – contra el combinado de Chile, país que por primera vez en su historia le gana al Perú en un evento de estas características
Sin tratar de exculpar a Hervás de sus propios desatinos, lo cierto es que el técnico español nunca pudo contar con los recursos necesarios para iniciar una buena campaña. Las carencias económicas de la FPV fue el eterno “handikap” que tuvo que enfrentar Paco a lo largo de estos años, amén de una dirigencia desfasada, torpe y carente de ideas.
Ahora se abre una nueva etapa para el voleibol nacional. La verdad, no guardamos ninguna esperanza en tanto sigan al.frente los mismos personajes que la llevaron a esta debacle. Se necesita sangra nueva, gestores deportivos, ligas profesionales, clubes sólidos y competentes.
El nuevo entrenador del equipo mayor femenino tendrá primero que luchar contra todo esto, sin dejar de lado su apuesta por buscar nuevos talentos en provincias. Todos estamos comprometidos en salvar a este deporte que amamos y que defenderemos siempre.
(*) Periodista deportivo
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