“La gente que no es de Lima se siente abandonada”
El contralmirante (r) Carlos Tello Aliaga explica por qué la izquierda radical ha ganado terreno
Un candidato presidencial considerado de extrema izquierda y con presuntos vínculos con el Movadef, que sería una especie de brazo político de Sendero Luminoso, ha pasado a la segunda vuelta electoral y muchos se preguntan por qué se ha impuesto a partidos de larga historia y presencia en el espectro político. El contralmirante (r) Carlos Tello Aliaga, quien participó en la operación Chavín de Huántar y dedicó décadas de su vida militar a la lucha contra el terrorismo, da su esclarecedor punto de vista sobre la base de su experiencia.
“En los demás países del mundo, la diferencia entre la capital y la segunda ciudad más importante no es tan grande como sí la hay en el Perú, donde hay demasiado centralismo. Entonces, se gobierna para Lima. La gente que no es de Lima se siente abandonada”, expresó Carlos Tello, quien fue entrevistado por Rafael Poblete, conductor de La Noticia Multimedia.
El contralmirante (r) Carlos Tello empezó en la vida militar en la Marina en los andes, más precisamente en La Mar, Ayacucho, adonde fue destacado en los inicios de la década del 80. Estuvo en la serranía y la ceja de selva de Ayacucho, en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), en el develamiento del motín en El Frontón y en la operación Chavín de Huántar. En los 90, su helicóptero fue emboscado y resultó herido. Su análisis es reforzado por la experiencia.
TIPO CAMBOYANO
“Los espacios que no los cubre el Estado como nación, los ocupa el terrorismo, lo ocupa Sendero Luminoso. No es como organización militar, lo que fue en los 80, lógicamente cambió su estrategia. Ya no es llegar a un pueblo, llamar a la autoridad, agarrar a cualquier poblador y decirle ‘mátalo’, ‘mátalo a hachazos’, ‘mátalo a piedrones delante de todo el pueblo’, de la manera más salvaje y más cruel. Nombraban a una autoridad y para que cumpla se llevaban a su hija o hijo. El terrorismo era polpotiano, tipo camboyano, y mataban a todo el mundo, no solo a militares y políticos, sino también a campesinos y curas. Ahora su estrategia es diferente, ayudan a la población con el narcotráfico”, refirió.
En opinión de Carlos Tello, actualmente Sendero Luminoso “es un vulgar cartel de la droga en el VRAEM. ¿A dónde va esa plata? El Estado tiene que llegar para quedarse”. Agregó que en esa zona los militantes de la agrupación maoísta no tienen ni uniformes, pues sus líderes recogen todo el dinero del narcotráfico para su beneficio propio.
El militar en retiro de la Marina de guerra del Perú consideró nivel de los políticos en la actualidad es muy bajo. “Hay un Perú que está a la espalda de nosotros debido a la falta de presencia del Estado. Nosotros hemos permitido, habiendo ganado la guerra (contra el terrorismo), que ellos cuenten su historia. Y todos estos gobiernos, desde la época del señor Humala, han sido dirigidos por ONG y grupos denominados caviares; entre ellos se eligen, entre ellos se premian, comparten los puestos, entre ellos se dividen y con plata nuestro”, subrayó.
MUSEO DE LA RECONCILIACIÓN
De otro lado, el exmilitar consideró como una ofensa el Museo de la Reconciliación, al que calificó como “una gran mentira” porque no reconcilia nada. “Desde que cayó el presidente Alberto Fujimori, ellos tomaron el control, la izquierda radical, los caviares, tuvieron una serie de leyes y facilidades que liberaron a delincuentes terroristas”, manifestó.
“A mí me destrozaron la vida, yo no puedo ingresar a Estados Unidos, a pesar de haber vivido allá por una comisión del servicio, porque me están investigando por derechos humanos por haber participado en los hechos de El Frontón sin ninguna prueba. A varios países no nos dejan entrar a muchos militares”, se quejó.
El contralmirante indicó que, en las décadas del terrorismo, los militares cometieron errores y excesos, pero fueron personales, no política del Estado. “En el gobierno de Fujimori hubo menores excesos que en el de Fernando Belaunde”, opinó.
CHAVÍN DE HUÁNTAR
Sostuvo que, por el caso Chavín de Huántar, el general José Daniel Williams Zapata, que dirigió la operación, y él mismo, por haber planificado la operación, fueron enjuiciados por homicidio intelectual.
“En distintos países del mundo nos aplaudían y felicitaban, pero en nuestro país nos trataban como vulgares delincuentes. Siempre ellos (personajes de izquierda) han manejado todo el tema del aparato legal. Esto es un negocio”, puntualizó.