Opinión

La estrategia del no adelanto de las elecciones

Por: Iván Pedro Guevara Vásquez

En el ámbito militar, la estrategia es sinónimo de táctica para lograr el objetivo de ganar batallas y, con ello, ganar la guerra. Tal conocimiento se ha extrapolado a todos los ámbitos de la vida de relación social, y así, ahora tenemos estrategia en litigios judiciales, tácticas en competencia empresarial, estrategias políticas de campaña, etc.

Por la estrategia sabemos que lo que parece, generalmente no es realidad, y lo que se asume como realidad, no es tal. Por la táctica, en lo que respecta a los fines u objetivos, éstos pueden ser expresos o implícitos, aparentes u ocultos. No todo lo que parece es, y, dada la complejidad y dialéctica de la vida, no todo lo que es, parece.

En ese sentido, yendo a la actualidad política nacional, observamos que respecto al adelanto de elecciones generales, ante la crisis social y política actual, evidente desde la primera quincena del mes de diciembre del 2022 que hasta el momento tiene un costo en vidas considerable (más de 50 fallecidos a nivel país), ni el actual Congreso de la República ni la actual presidenta de la República quieren irse del poder, al haberse entrampado inclusive hasta una solución que planteaba elecciones en abril de 2024.

Los objetivos aparentes o explícitos serían los planteamientos de adelanto de elecciones, que han venido tanto de las actuales composiciones del Poder Legislativo como del Poder Ejecutivo. Pero los objetivos ocultos, aquellos que no se pueden decir expresamente, serían el no adelanto de las elecciones generales, el quedarse en el poder hasta el máximo tiempo constitucionalmente posible: hasta el 28 de Julio de 2026.

Algunos congresistas, sobre todo militares jubilados, rompen la estrategia y declaran, en forma unilateral -olvidando incluso su preparación teórica militar- que no están de acuerdo con el adelanto electoral porque su mandato recién termina en esa fecha del 2026, en olvido de los asesinatos que se habrían producido desde el inicio de las protestas sociales a nivel de delitos de lesa humanidad.

Por su parte, los congresistas de “izquierda” no votan por el adelanto de las elecciones generales bajo el argumento de la consulta para la formación de una Asamblea o Convención Constituyente, lo cual fuera atendible si no hubiesen sucedido asesinatos desde el inicio de las protestas sociales a nivel de delitos de lesa humanidad. No valen los pretextos.

(*) Analista Político

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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