Opinión

La elección de Donald Trump

Por: Martín Valdivia Rodríguez

El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca tendrá repercusiones en el mundo entero, en América Latina, en la Unión Europea y en el Medio Oriente con sus conflictos entre Israel, el pueblo palestino refugiado en la Franja de Gaza, las milicias del Hamás y el Hezbolá, así como Irán, Irak, Yemen y otros países. Definitivamente, el tablero de ajedrez de la geopolítica mundial experimentará importantes cambios.

Donald Trump es un hombre muy diferente a Joe Biden, tanto en el aspecto político como en la personalidad, el temperamento, el carácter. Con la elección de Trump en Estados Unidos, el liberalismo tiene un representante de singular relevancia en cada región del continente. Él estará en Norteamérica; en Centroamérica, Nayib Bukele, de El Salvador; y en Sudamérica, Javier Milei, de Argentina. Una especie de “tres en raya” que puede ser materia de otro análisis.

Nacido en 1946 y criado en un barrio del distrito neoyorquino de Queens llamado Jamaica, Trump ha desarrollado una exitosa carrera como empresario, a tal punto que se encuentra entre las personas más ricas del mundo. Su nombre completo es Donald John Trump. Obtuvo el título de bachiller en Economía en la Wharton School de la Universidad de Pensilvania en 1968. Tres años más tarde se hizo cargo de la empresa familiar de bienes inmuebles y construcción Elizabeth Trump & Son, que más tarde pasaría a llamarse Trump Organization.

Trump es un hombre polifacético, emocional y muy práctico. Durante su carrera empresarial construyó, renovó y gestionó numerosas torres de oficinas, hoteles, casinos y campos de golf. Sin embargo, quiso ir más allá del éxito económico e incursionó en la política. Y ahí lo tenemos, se convierte en el sexto presidente de EE. UU. que ejercerá dos mandatos, después de Dwight D. Eisenhower, Ronald Reagan, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.

Ha cuestionado al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pero no ha puesto reparos para reunirse con el de Rusia, Vladimir Putin, el de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el de China, Xi Jinping. La política exterior de EE. UU. no la maneja directamente el presidente, pero durante su gobierno Trump tuvo gestos que marcaron la pauta de las relaciones de su país con otras grandes potencias.

Controvertido, excéntrico, impulsivo e impredecible, Trump es idolatrado o repudiado. Su liderazgo va más allá del Partido Republicano y proyecta una suerte de culto a la personalidad. Tal vez con algo de mesura y sensatez pueda guiar los caminos del país más poderoso del mundo de la mejor manera. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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