El Gobierno evalúa la posibilidad de que los reclusos más peligrosos del país cumplan su condena en la megacárcel construida por el mandatario de El Salvador, Nayib Bukele.
El presidente del Consejo de Ministros, Eduardo Arana, afirmó que la propuesta ya ha sido evaluada por el Ejecutivo, y en los próximos días, probablemente durante su presentación en el Congreso, darán a conocer la posición del Gobierno.
“Este es un asunto que se tiene que ver a nivel de gobierno a gobierno. Yo respeto y recibo la opinión valedera y, por supuesto, que es muy auspiciosa”, manifestó el premier en respuesta al ofrecimiento de Carlos Hernández, presidente del componente latinoamericano Eurolat, quien señaló que los presos peruanos podrían cumplir su condena en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT). Al respecto, la congresista Norma Yarrow se mostró a favor de que los criminales alta peligrosidad sean trasladados a prisiones de máxima seguridad en El Salvador, pues mantenerlos en cárceles del Perú representa un alto costo social.
Hace unos días, la parlamentaria Kathy Ugarte presentó un proyecto de ley que propone la firma de un convenio con El Salvador para que los reos de alta peligrosidad sentenciados por los delitos de sicariato, extorsión y homicidio sean trasladados a cárceles de ese país.
La congresista del Bloque Magisterial, a través del proyecto de ley N° 11072/2024-CR, argumentó que se busca reducir la sobrepoblación carcelaria, mejorar la seguridad en cárceles peruanas y reducir la inseguridad peruana a través del convenio entre los gobiernos de Perú y El Salvador.
RECLUSOS SIN LLAMADAS TELEFÓNICAS NI VISITAS
El Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) fue construido por el Gobierno de Bukele para aislar a los jefes de las temidas pandillas MS-13 y Barrio 18.
Tiene capacidad para 40 mil internos y es considerada la prisión más grande y estricta de toda América Latina. El penal ha sido diseñado para impedir cualquier contacto de los reclusos con el mundo exterior. Allí no hay visitas, llamadas, ni privilegios. La alimentación es mínima, la vigilancia permanente y las celdas están hechas para eliminar cualquier posibilidad de comunicación.
