Flota de buques de guerra de Rusia llegan a Cuba para ensayos militares

En medio las tensiones regionales y globales, luego de viajar 9,635 kilómetros por el océano Atlántico, una flota de la Armada de Rusia, encabezada por el buque Almirante Gorshkov, llegó a la ciudad de La Habana, capital de Cuba, para realizar maniobras militares que son monitoreadas con mucha atención por Estados Unidos.

Además del buque Almirante Gorshkov, que está equipada con misiles supersónicos Zircon, la flota rusa está compuesta por el submarino nuclear de misiles de crucero Kazan, el buque petrolero Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker.

Vladímir Putin, presidente ruso, dijo ayer que “es nuestro deber sagrado ayudar al pueblo de Gaza”, que es atacado por Israel, país apoyado por EE. UU., pero no se refirió a la flota que llegó a Cuba. Por su parte, la administración del presidente estadounidense, Joe Biden, se mantiene a la expectativa.

Durante su estadía en Cuba, se espera que la Armada rusa lleve a cabo un programa de actividades que incluye visitas de cortesía a las autoridades cubanas, así como ejercicios militares.

Este despliegue de embarcaciones de guerra rusos ha sido interpretado no solo como un movimiento para fortalecer los lazos entre Moscú y La Habana, antiguos aliados, en un contexto de tensiones con Estados Unidos y otros países occidentales, sino también como una respuesta del país norteamericano, que apoya con armas a Ucrania, que mantiene una dura guerra con Ucrania.

Los analistas internacionales también han especulado sobre la posibilidad de que esta visita forme parte de una estrategia geopolítica más amplia de Rusia con la finalidad de proyectar su presencia e influencia en la región, particularmente en el contexto de sus tensiones con Estados Unidos y otros países occidentales.