FolkloreLo último

Flor Pucarina: Leyenda que vive a través de sus canciones

Este jueves 5 de octubre se conmemora el 36 aniversario de su partida

Por: Lilly Bustamante

Hablar de Flor Pucarina es referirse a una verdadera diva nacida para cantar y encantar. A 36 años de su llorada partida, un 5 de octubre, sus fieles seguidores la recuerdan con diversos homenajes póstumos; destaca la romería ante la tumba donde reposan sus restos mortales en el camposanto El Ángel, de nuestra ciudad capital.

Como ya es tradicional, concurrirán cantantes, orquestas y sus numerosos leales admiradores. Los organizadores, Coco Cáceres, perenne admirador junto a Clara Simón, hija adoptiva de la artista huanca, informaron que
será a partir de las 3 p.m. del jueves 5, con una misa en el pabellón Anselmo del cementerio. Natural de Pucará, Huancayo, Leonor Chávez Rojas, su nombre real, solo vivió hasta los 10 años en su casa materna.

Ya en la capital, primero se instaló en La Parada, donde vendía “habitas, choclos y papitas” como medio de sustento. Esto nos contó su extinta madre, quien señaló que, pasado el tiempo, se enteró por unos paisanos que su hija triunfaba en el Coliseo Nacional.

“Decían que con sus canciones tan tristes en su buena voz y su temple de mujer huanca hacían llorar al público”, agregó con visible orgullo.

Ciertamente, quienes la conocieron testimonian que ella era alta, fachosa, con exquisito gusto para vestir. La llamaban “La China” por sus ojos “jaladitos”.

Ya como figura principal, tenía camerino solo para ella, y se daba el lujo de exigir contratos para cantar con tres orquestas a la vez. Sus otros apelativos resumen su majestuosidad: “La Incomparable”, “La Única”, “La Faraona”.

Al fallecer tuvo un digno de una gran celebridad. El cortejo partió del Sindicato de Artistas del Folclor (SMP) a las 9 a.m. y su público lloroso, cantando sus sentidos temas: “Sola, siempre sola”, “Falsía”, y otros, arribaron en gigantesca peregrinación al camposanto, luego de diez horas.

Una de las recomendaciones de “Flor Pucarina”, antes de fallecer, fue que no abandonen a Clara Simón, a quien la crio como hija. Ella solía cargar sus pesadas maletas de atuendos a sus presentaciones y ayudaba a ponerse sus
vestuarios artísticos. Este encargo recayó en el ya fallecido Freddy Centti “El Pacharaco” y en Simón Rojas Vidal, del Sitaf.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button