Estamos en los días en que la vehemencia se instala allí mismo, en el corazón y en el alma, allí sentimos ese coraje reprimido pero también indescriptible porque el Perú late en nosotros. Es algo maravilloso, que no tiene control. Y si somos de aquellos que vivimos el deporte con mayor razón.
Más aún si se trata de la mujer peruana, combativa y decidida, mujer y madre deportista, siempre protagonista cuando se está presente en la escena nacional haciendo historia.
El fervor patriótico ha invadido en estos días el estadio Telmo Carbajo en ocasión de los Juegos Deportivos Regionales “Copa Callao 2024” al aparecer hermosa la Bandera Nacional con nuestros sagrados colores rojo y blanco que lucen en los ensayos las integrantes de los talleres descentralizados de taichí y Aeróbicos.
Acaso fue un momento de acercamiento hacia nuestros valores que por cierto, siempre tiene un lugar cuando niños y jóvenes chalacos que defienden sus divisas en estos JJDDRR, advierten que el deporte ocupa un sitio muy especial en la vida de nuestro país.
La fiesta deportiva expresada en una cancha de fútbol, en un rectángulo de vóley o una pista atlética, sintetiza cada fin de semana lo que sentimos los chalacos cuando exhibimos la Bandera Nacional con orgullo y reverencia.
Durante la “Copa Callao 2024” es y será nuestra bandera, la motivación de nuestra niñez y juventud de hacer del deporte una manera de vida cultivando coraje, hermandad y ansias de triunfo, propiciando que ese máximo sentimiento tenga siempre vigencia en nuestra tierra.
Viva el Perú !!!
