Hay candidatos que van contentos a una entrevista con algún medio de comunicación, pero lo que logran es convencer a muchos electores que no deben votar por ellos. Otros acuden entusiastas a los debates, también con la intención de sumar preferencias, pero lo que consiguen es más antivotos en vez de votos. Esto se refleja en las encuestas —como la última de CPI—, donde en la mayoría de las provincias y distritos estudiados el primer puesto está “desierto”. No hay ganador. O, más bien, casi todos los candidatos son derrotados por la respuesta “no votaría por ninguno de ellos”.
¿Por qué está ocurriendo esto? Por varias razones, pero las principales son dos. La primera es por la antipatía que la población tiene por la política en general y los políticos en particular. Lamentablemente, ese descrédito perjudica también a los políticos con preparación, honestos y con buenas ideas, que sí los hay. Son pocos, pero son, como diría Vallejo.
La otra razón —y quizá la principal— es que muchos candidatos desnudan sus carencias y limitaciones al exponerse al público en las entrevistas y debates. Daniel Urresti no acudió al reciente debate televisivo para candidatos a la Alcaldía de Lima, pero —a decir por lo que se comenta en las redes sociales— su ausencia no le restará tantos votos como a sus contendores que sí se presentaron. Veremos la próxima encuesta para saber si aciertan quienes tienen esta percepción. Ello no significa, sin embargo, que un buen candidato no tenga la posibilidad de ganar votos al dar una entrevista o presentarse a un debate.
El reciente trabajo de CPI titulado “Barómetro de Gestión e Intención de Voto – Elecciones Municipales y Regionales 2022” demuestra claramente la tendencia que estamos analizando. Se estudiaron las campañas electorales en 12 distritos de Lima, la región Callao, la provincia del Callao, el distrito chalaco de Ventanilla y la región Loreto. De un total de 16 jurisdicciones, en 10 la respuesta ganadora fue: “por ninguno de ellos”.
El panorama está complicado. Pero hay una buena noticia para los candidatos que, por sus méritos, capacidades y virtudes, sí merecen ganarle al antivoto. En la mayoría de las jurisdicciones estudiadas por CPI se ha encontrado altos porcentajes, a veces superiores a la tercera parte del electorado, de ciudadanos que aún no definen su voto. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
