El Manuscrito Voynich y la lengua perdida
Está escrito en un idioma que ni la CIA ni la Inteligencia Artificial han podido descifrar

El Manuscrito Voynich —llamado así en honor de su descubridor, Wilfrid M. Voynich (1865-1930)—, que fue hallado en 1912 en algún país de Europa Central, posiblemente Alemania o el norte de Italia, está escrito en una lengua desconocida que nadie ha podido descifrar.
Se trata de un libro de 240 páginas de hace aproximadamente 600 años, con apariencia de herbario, que contiene dibujos de 113 plantas sin identificar, otros que parecen signos zodiacales, y otras 100 especies de plantas medicinales identificadas. La datación por carbono 14 ha determinado que el pergamino en el cual está escrito fue fabricado entre 1404 y 1438.
PLUMA DE AVE
Hay referencias suyas en el siglo XVII, y no se trata de una falsificación. El McCrone Research Institute de Chicago ha demostrado que fue escrito con una pluma de ave y tinta de colores pocos años después. Actualmente se puede consultar en su totalidad en la web de la Universidad de Yale.
El desconocido lenguaje utilizado, bautizado con el nombre de voynichés, tampoco parece inventado. Sigue la Ley de Zipf, formulada en 1940, según la cual en todas las lenguas humanas naturales si coges la palabra más usada en un texto largo, se repite el doble de veces que la segunda más frecuente, el triple de veces que la tercera, etc.
CRIPTÓGRAFOS Y LINGÜISTAS
Los más prestigiosos criptógrafos y lingüistas del mundo han intentado descifrar Manuscrito Voynich, pero ninguno lo ha logrado. Desde expertos de la CIA hasta la Inteligencia Artificial, asumieron la tarea y tuvieron que rendirse.