El 6 de junio del año pasado, en la televisión se transmitían los resultados “a boca de urna” de la segunda vuelta electoral y la familia Fujimori saltaba de alegría. No era para menos. Daban como ganadora a Keiko con 50.3% contra 49.7% de Pedro Castillo. Si ese resultado se confirmaba después, la excandidata de Fuerza Popular habría salido elegida presidenta, hubiera quedado libre de su juicio, por lo menos algunos años, y el poder le hubiera permitido una influencia suficiente para proteger a sus hermanos, que también tienen procesos que les podrían costar la cárcel. Nada de eso pasó, pues ganó Castillo y Keiko perdió por tercera vez consecutiva.
La familia Fujimori enfrenta un terrible drama por la cuestionada actuación en la política del patriarca, Alberto Fujimori, y sus hijos Keiko y Kenji. Los logros del gobierno del “Chino” nadie los puede negar, especialmente en materia antiterrorista y económica, pero lo negativo y cuestionable opaca lo bueno y positivo que hizo durante su gestión. La única del clan que estuvo libre de manchas en su actividad política fue la madre, Susana Higuchi, quien también tuvo su paso por el Congreso de la República y falleció hace unos meses.
Por esas paradojas del destino, el indulto que en el 2017 consiguió Kenji Fujimori para su padre, en una especie de canje, a cambio de salvar de la vacancia al entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, le costó un proceso que ya está en etapa de juicio oral, con un pedido fiscal de 12 años de cárcel.
Ayer, el propio Kenji declaró en un medio local que, con tal de conseguir la libertad de su padre, “mil veces más” volvería a coordinar con otras bancadas el indulto en favor de su progenitor. El juicio contra Kenji estaba cobrando relevancia justo cuando el Tribunal Constitucional emitió su sorpresivo fallo que deja sin efecto la anulación del indulto a Alberto Fujimori. Es decir, por dicho indulto que dejará libre al patriarca del clan, su hijo menor podría ir a prisión.
Keiko enfrenta su juicio por el caso Odebrecht -proceso en el que también está incluido su esposo, Mark Vito- y Kenji por los “mamanivideos” del indulto a su padre. Para colmo, Kenji y sus hermanos Hiro y Sachi tienen una investigación fiscal por el caso Limasa. Está aún lejos el día en que la familia Fujimori respire tranquila. Esperamos que las autoridades judiciales procedan con justicia, pero sin ensañamiento. Porque lo que digo y escribo, siempre lo firmo.
