“Hoy, el sistema deportiva nacional está rodeado de personajes nefastos, cómplices y atroces, que les interesa solo cobrar y perpetuarse en su puesto…”
Perú continúa viendo, desde lejos, como otros países progresan y marcan resultados deportivos plausibles. Ecuador consiguió un tercer lugar decoroso, superando los números obtenidos en Santa Marta 2017. Un hecho que nos cachetea, que nos hace saber la dura realidad que vivimos.
La delegación meridional conquistó 40 preseas doradas, 51 de plata y 55 doradas, números que sin duda hacen evaluar la ineficiencia, el abandono, langosta de voluntad y la corrupción que existe en el sistema deportivo nacional. Leí algunos comentarios nefastos de la cofradía donde repetían el discurso de que “fue un gran logro”, que se consiguió superar lo realizado en 2017. Perú logró quedar en quinto lugar, la misma posición de Santa Marta, con una dorada más (33), 40 de plata y 72 de bronce, con 145 medallas en total, un saldo que nos deja distantes de los puestos de vanguardia y nos relega de la realidad continental. Las medallas de oro conseguidas en su mayoría fueron logradas por atletas que se preparan en el extranjero o de forma individual, y que no tienen un seguimiento o preparación de sus preparación. De Bever, Bramont, Hein, son atletas que sumaron doradas y que no viven ni se preparan en el país, ese es otro gran detalle que el COP e IPD no reconocerán.
Les damos gracias a los 145 atletas que ganaron las preseas, que subieron al podio, y representaron al país con orgullo, ellos son unos valeroso. Pero, la realidad es que la dirigencia sigue engañándole a todo un país, continúa hundiendo las bases y los duelos de deportistas de los lugares más recónditos. Desde el presidente del IPD hasta sus lacayos, se mantienen firmes en cobrar y hacer poco o menos para una institución que parece un punto de cobro de favores a una entidad con posibilidades de proyectar al país.
Hoy, el sistema deportiva nacional está rodeado de personajes nefastos, cómplices y atroces, que les interesa solo cobrar y perpetuarse en su puesto. Mientras tanto Perú sigue siendo quinto, mirando desde abajo.
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