Alguna vez Charles de Gaulle, primer ministro de Francia en el periodo 1944 – 1946 y hombre clave en la Segunda Guerra Mundial, pronunció esta frase: “He llegado a la conclusión de que la política es demasiado seria para dejarla en manos de los políticos”. De Gaulle era general y estadista. En el Perú también hay varios militares, empresarios, abogados, médicos y profesores, principalmente, que sueñan ser presidentes. En realidad, la actividad política no es intrínseca ni excluyente a ninguna carrera profesional u oficio, pero no basta con la capacidad y la habilidad, pues es indispensable la vocación. Y esta facultad es escasa.
En el Perú hay 24 partidos habilitados por el JNE para participar en las elecciones del 2026 y posiblemente se sumen otros, pues varios, como el de Antauro Humala, están a punto de conseguir su inscripción. O el PPC, que lucha por recuperar lo que algún día perdió. Habrá agrupaciones de extrema derecha, de derecha, de centroderecha, de centro derecha, de centro, de centroizquierda y de izquierda, además caviares, de corte militar, de origen religioso y ecologistas.
En el transcurso del año han completado su inscripción Fe en el Perú, del exalcalde de La Molina, Álvaro Paz de la Barra, y el Frepap, el partido de los “pescaditos”, que volverá a la escena política con la intención de dar la sorpresa de las elecciones del 2020, cuando logró colocar 15 congresistas. Además, el Partido Demócrata Verde, del exalcalde de San Juan de Lurigancho, Álex Gonzales; y Libertad Popular, del empresario Rafael Belaunde Llosa, que es secundado por Pedro Cateriano.
También está el APRA, que recuperó su inscripción; el Partido Demócrata Unido Perú, del abogado Charlie Carrasco, y el Frente de la Esperanza 2021, de Fernando Olivera. Además, el Partido Patriótico del Perú, de Herbert Caller Gutiérrez; Perú Acción, que propone un “liberalismo social”; Perú Primero, de Martín Vizcarra; Partido Regionalista Integración Nacional (PRIN), liderado por Walter Chirinos. Finalmente, Perú Moderno, Primero la Gente, y Salvemos al Perú.
A estos partidos se suman los que ya están registrados y tienen representación en el Congreso. Es decir, habrá de todo, como en botica y los electores tendrán múltiples y variadas opciones para escoger. El asunto está en que después no se arrepientan de haber votado por tal o cual candidato a presidente o al Congreso de la República. Para luego no estar lamentándose es necesario revisar bien las hojas de vida y no dejarse engañar por cantos de sirena. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
