Dos años sin la incomparable voz de Martina Portocarrero

Por: Lilly Bustamante

Martina Portocarrero Ramos cumple mañana lunes dos años de su sorpresivo y sensible fallecimiento. Con su potente voz y calidad interpretativa llegaba a nivel de soprano, la recordamos cantando en calles y plazas el emblemático tema “Flor de retama” con ese sentimiento único. La triste noticia que nos conmocionó a todos vino de la lejana Suiza, donde residía desde hace algunos años con su única hija.

Sus restos fueron repatriados a Lima y velados en el Ministerio de Cultura, donde a la vez le confirieron póstumamente el título de Personalidad Meritoria de la Cultura. Aún en vida, antes de retornar al extranjero y tras el triunfo de la tienda política que había apoyado, Martina nos confió textualmente: “Me prometieron ser la ministra de Cultura, pero una persona del partido a la que nunca le hice nada, se opuso tajantemente”.

Ciertamente, al parecer así fue, no la tuvieron en cuenta, pese al gran trabajo que realizó en la campaña electoral. La cantautora y luchadora social había sido diagnosticada de cáncer al pulmón. Siempre en confianza entre ambas por el acercamiento de años, nos comunicó desde Suiza —vía WhatsApp— su inalterable fe de mejorar.

“Estoy serena, sometida a tratamientos; solo que las medicinas son muy costosas…”, apuntó. Martina, intérprete de “Mamacha de las Mercedes”, “Maíz” y otros temas, solía decir que era natural de Nazca, aunque en su libreta electoral figuraba Arequipa y nacida un 29 de setiembre. Estudió en el Conservatorio Nacional de Lima en 1970 y en la Escuela de Arte Dramático (ENAD). Y en Suiza se dedicó a todo lo concerniente con la voz.

“Hay personas que dicen que no saben cantar, eso no es cierto. Lo que pasa es que tienen que saber colocar su voz, sacarla hacia afuera”, nos decía a manera de explicación. Sus restos descansan en el cementerio El Ángel. Q.E.P.D.