En el mundo laboral, la gestión efectiva se basa en la confianza, la delegación y la autonomía. Sin embargo, algunos líderes caen en la trampa del “micromanagement”, un estilo de gestión que puede resultar perjudicial para el equipo y la productividad.
Identificar las señales de un “micromanager” es esencial para fomentar un ambiente laboral saludable y eficiente.
1. Supervisión Excesiva: Un micromanager tiende a involucrarse en todos los aspectos del trabajo de sus subordinados. Constantemente supervisa, controla y corrige, lo que puede generar frustración y desmotivación en el equipo. La falta de confianza en las habilidades del personal puede inhibir la creatividad y la toma de decisiones independiente.
2. Falta de Delegación: La incapacidad para delegar tareas es una clara señal de micromanagement. Un líder eficaz confía en su equipo y distribuye responsabilidades de manera equitativa. Cuando un líder retiene el control sobre todas las decisiones y tareas, limita el crecimiento profesional de sus empleados y obstaculiza el desarrollo del equipo.
3. Obsesión por los Detalles: Un micromanager suele perderse en los detalles más mínimos, descuidando la visión general del proyecto. Esta obsesión por los pormenores puede retrasar los procesos y generar tensiones innecesarias. La capacidad de enfocarse en lo esencial y confiar en el equipo para los detalles puede marcar la diferencia entre un líder eficiente y un micromanager.
4. Falta de Empoderamiento: El micromanager tiende a ser un líder controlador que no empodera a su equipo. La toma constante de decisiones sin involucrar a los subordinados impide el desarrollo de sus habilidades y la adopción de un sentido de propiedad en el trabajo.
5. Comunicación Unidireccional: La falta de diálogo y la comunicación unidireccional son señales claras de micromanagement. Un líder efectivo fomenta un ambiente abierto donde los miembros del equipo pueden expresar ideas y preocupaciones. La imposición constante de decisiones sin permitir la retroalimentación puede conducir a un equipo desmotivado y poco comprometido.
6. Fracaso en la Delegación de Responsabilidades: Un micromanager asume todas las responsabilidades, incluso aquellas que podrían ser gestionadas por miembros del equipo. Esta falta de confianza puede llevar a una carga de trabajo desigual y a la falta de desarrollo profesional para los empleados.
7. Tiempos de Respuesta Excesivos: La toma de decisiones retrasada es común en entornos “micro gerenciales”. La necesidad de la aprobación constante del líder puede ralentizar los procesos y generar frustración entre los miembros del equipo. Un líder eficiente confía en que su equipo tome decisiones informadas y actúe de manera proactiva.
En los primeros días de los teléfonos inteligentes, BlackBerry fue líder en el mercado. su entonces CEO, Jim Balsillie, tenía un enfoque muy detallista y controlador. Se argumenta que este estilo de gestión puede haber ralentizado la capacidad de la empresa para adaptarse a los cambios del mercado y contribuyó a su declive.
Los líderes efectivos fomentan la confianza, delegan responsabilidades y permiten que sus equipos prosperen. Evitar el micromanagement es clave para construir equipos fuertes y empoderados que alcancen su máximo potencial.
(*) Gerente General de BLANCO Sociedad Administradora de Fondos S.A.C. y miembro del Directorio de la UPAL. Es Contador Público Colegiado y Máster en Banca y Finanzas
