Argentina sigue consternada tras el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández, quien ayer declaró durante 50 minutos ante una jueza y un fiscal. El presidente Alberto Fernández decretó el día feriado nacional y miles de argentinos expresaron su respaldo a la víctima en las calles, pero la mayor interrogante es por qué no salió una bala del arma de fuego.
El atacante, Fernando Sabag Montiel (35), usó una Bersa Luber 84 con calibre de 7 milímetros. La hipótesis más probable es que el sujeto, por los nervios, se olvidara de amartillar el arma o de quitar el seguro, de tal manera que cuando jaló el gatillo, ninguna de las 5 balas entró en la recámara.
Ministros y funcionarios se unieron a organizaciones políticas, sociales y simpatizantes que llenaron la Plaza de Mayo para expresar su apoyo a la vicepresidenta. Los presidentes de España, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Chile, Perú y el secretario general de la OEA también le manifestaron su solidaridad.
