Representantes de comunidades quechuas y aimaras de la región Puno continúan organizándose para su participación en la llamada “tercera toma de Lima” para exigir la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso y la convocatoria de nuevas elecciones.
La decisión de movilizarse hacia Lima será ratificada en una reunión que se realizará el 27 de mayo en Azángaro. “Lo que habrá será una expresión masiva de rechazo a Dina Boluarte; decirle que Puno no se ha rendido. Puno tiene dignidad y no vamos a retroceder. No le vamos a perdonar al Gobierno que haya matado tantos puneños”, sostuvo José Ñaupa, dirigente de la zona Lago de Ilave.
Frente a las personas que tratan de minimizar la movilización, señaló que “nunca antes ha habido tanta movilización de las regiones hacia la capital contra un Gobierno. Eso se va volver a replicar en julio”.
En tanto, Rubén Apaza, representante del consejo de autoridades originarias, dijo que estarán presentes en las manifestaciones porque, tras el informe de la CIDH y después de 21 muertos en Puno, no habrá forma de que la población se mantenga al margen de esta nueva convocatoria.
