Desde que se inició el actual periodo parlamentario, hace menos de dos años, la Comisión de Ética ha recibido 117 denuncias contra congresistas, pero solo en 11 casos acabaron con recomendación de sanción.
Entre los pocos legisladores sancionados con suspensión de sus funciones se encuentran el desaforado Freddy Díaz Monago, denunciado por violar a una trabajadora del parlamento; Enrique Wong Pujada (no agrupado), por haber ejercido influencia en el nombramiento de su asesor como presidente del directorio de la Empresa Nacional de Puertos (Enapu), y Pasión Dávila, quien agredió con un puñete a su colega Juan Burgos durante una sesión del Pleno.
En esta comisión también están los casos de las parlamentarias “mochasueldos” María Cordero Jon Tay, María Acuña (Alianza para el Progreso), Rosio Torres (pidió licencia a Alianza para el Progreso), Heydi Juárez (Podemos Perú), Magaly Ruiz (pidió licencia a Alianza para el Progreso) y Katy Ugarte (no agrupada).
A estas investigaciones se sumaron las que se acaban de abrir contra José Arriola e Hilda Portero, ambos de Acción Popular, acusados de recortar el sueldo a sus trabajadores bajo la modalidad de donaciones.
