A la izquierda marxista leninista peruana que hace rato promueve la necesidad de una nueva Constitución comunista para, según su credo, traer la justicia social a nuestro país, le ha caído como chicharrón de sebo la abrumadora victoria de la derecha ideológica chilena que, el pasado domingo, sepultó las esperanzas de los rojos de resucitar, por lo menos parcialmente, el proyecto de Constitución que aprobó la Convención Constituyente que ellos manejaron y que fue después rechazada con un contundente 64 por ciento por el electorado de esa Nación.
La elección de los 50 constituyentes -hay uno más que representa a los pueblos originarios- le ha dado al partido de derecha de José Antonio Kast nada menos que 22 votos que, sumados a los de otro grupo de centro derecha, les da el control de la Convención.
Más aún, con 22 votos puede vetar cualquier propuesta que juzgue inconveniente, lo cual no ocurre con los rojos que no llegan a los 21 votos necesarios para ejercer el poder de veto.
Los constituyentes chilenos deberán desarrollar, de esta manera, una nueva Constitución que reemplazará a la que dejó el General Pinochet y que debe basarse en una propuesta formulada previamente por una comisión compuesta por diez juristas.
Modernizar la Carta Magna de un país no significa necesariamente sustituirla por una nueva, pero el caso de Chile tiene características especiales por el precedente triunfo de la izquierda marxista leninista y la existencia de un presidente como Boric que pertenece a la misma corriente ideológica pero que, como está ocurriendo con otros países de la región con gobiernos de la misma tonalidad, está conduciendo a su país al fracaso, en el marco de una profunda inestabilidad y falta de confianza.
Sólo un fanatismo irracional puede explicar la persistencia del marxismo leninismo como base ideológica de un sistema de gobierno supuestamente al servicio de los más pobres y desvalidos tal como preconizan sus seguidores, luego de las fracasadas expe[1]riencias totalitarias, antidemocráticas y hambreadoras de Cuba, Venezuela, Bolivia y Nicaragua.
No pasarán.
*Presidente de Perú Nación.
*Presidente del Consejo por la Paz
