¡Cargados de fe!

Con las mochilas y el corazón cargados de esperanza, el plantel de Alianza Lima arribó ayer a Buenos Aires, Argentina, para jugarse la vida mañana en el choque de vuelta por la Fase 2 de la Copa Libertadores, nada menos que ante Boca Juniors, en el estadio La Bombonera.

Antes de abordar el avión que los llevaría a tierras gauchas, tomó la palabra el goleador blanquiazul, Hernán Barcos. “Es una final para Alianza Lima, no solo para mí. Respetamos a todos los rivales, a cualquiera que nos toque, pero nosotros vamos a hacer nuestro partido”, dijo el “Pirata”, quien también se pronunció sobre el arbitraje.

“Esperemos que salga todo bien, que sean las cosas justas, nosotros vamos a hacer nuestra parte… Hicimos la primera parte acá (en Lima), ahora nos falta allá”, acotó.

Alianza Lima se impuso por 1-0, la semana pasada, a los xeneizes, lo que le permite llegar con ventaja al encuentro de mañana.

Para este choque, el director técnico Néstor Gorosito, cuenta con la totalidad del plantel apto, pues jugadores como Paolo Guerrero y Pablo Lavandeira, que habían quedado al margen en el encuentro de ida, por lesión, viajaron a Argentina y podrían ser tomados en cuenta, aunque se espera que estén en la banca pues se repetiría el once que logró la victoria.

También está el extremo Kevin Quevedo, quien salió lesionado durante el primer tiempo del partido ante Boca Juniors, al parecer superó el golpe a la cadera y estaría desde el arranque.