Con 75 años y tras recorrer un largo camino de espinas y traiciones en la monarquía británica, Camilla Parker-Bowles se convirtió ayer en la reina del Reino Unido. Atrás quedaron los tiempos en que fue vilipendiada por ser la amante del príncipe Carlos, ahora rey Carlos III. Sin embargo, la sombra de la recordada Lady Di aún la persigue.
Haciendo un esfuerzo para ganarse a la familia real y a los británicos, encandilados para siempre con la dócil, generosa y refinada de Lady Di, Camila recurrió al diseñador de su antigua rival para que le confeccione un vestido para la histórica coronación.
Fue así que Camila lució un vestido de blanco y con cola, como si fuera una novia que va a dar el sí en la iglesia.
A su ingreso a la abadía de Westminster llamó la atención de todos. Su traje de alta costura formado por un abrigo y debajo un vestido, ambas prendas salpicadas con flores de pedrería y ramas metalizadas de acabado dorado y plateado, fue diseñado por Bruce Oldfield, el modisto favorito de Lady Di durante toda una década.
En las redes sociales, miles de cibernautas ingleses fueron implacables contra Camila, que habría copiado el look de la fallecida princesa Diana de Gales.
