Opinión

Buenas señales para el Perú (II)

El 2 % de inflación en mayo, la cifra más baja desde fines del 2020 en el Perú, se suma a otros índices económicos que nos permiten abrigar no solo la esperanza, sino también el optimismo. La inflación anual de abril fue de 2.4 %, la más baja entre las principales economías del continente, pues es inferior a las de Canadá (2.7 %), Estados Unidos (3.4 %), Brasil (3.7 %), Chile (4 %), México (4.7 %) y Colombia (7.2 %).

Eso significa que los precios de los productos de primera necesidad en el Perú, en promedio, han sufrido alzas menores que en los países mencionados, lo cual nos coloca en una ventajosa posición para seguir mejorando nuestra economía y aspirar a pisar ya el primer peldaño de la escalera de reactivación económica. Esta no es, de ninguna manera, una observación subjetiva y condescendiente con el actual Gobierno, pues el propio Banco Mundial (BM) estima que el PBI del Perú volvería a crecer este año y alcanzaría el 2.5 % luego de una contracción de 0.4 % en el 2023.

Según el mismo BM, los bajos resultados del 2023 respondieron a la mala situación de diversos sectores económicos como la agricultura, la construcción y la pesca —consecuencia del periodo pospandemia—, actividades que se vieron afectadas por diversos shocks externos como los conflictos sociales o las consecuencias del cambio climático.

No solo el BM, sino también el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha proyectado que la economía peruana crecerá 2.5 % este año y, además, estima que en el 2025 llegará a 2.7 %. En su último reporte, el FMI también destaca que solo Uruguay (3.7 %), Perú (2.5 %) y Colombia (1.1 %) mejorarían este año sus cifras económicas obtenidas en el 2023.

Esta estimación de crecimiento para este año, ya consensuada entre los organismos internacionales, se debe a la mayor producción de cobre esperada, sumada a una disminución de las tasas de interés, entre otros factores.

Perú es el segundo productor de cobre a nivel mundial, y podríamos incluso mejorar nuestra posición si desarrolláramos todos los proyectos cupríferos, como Tía María y otros que están en espera.

Estos indicadores hacen del Perú un país atractivo para las inversiones y motivan la competitividad por el ingreso de capitales extranjeros. El megapuerto de Chancay, inversión china, se ha convertido en punta de lanza de este auspicioso panorama. Estados Unidos también anuncia inversiones en el Perú, un país que confirma de esta manera no solo sus grandes recursos, sino también ubicación estratégica tanto en materia económica como geopolítica para las grandes potencias. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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