Anuncian I Coloquio Cultural: Propuestas para la Puesta en Valor y el Desarrollo Turístico del Cerro Centinela de Lurín
Cónclave, que se realizará este domingo 20, es organizado por Defensores del Patrimonio Cultural del cerro Centinela La Pavona de Lurín

El equipo de Defensores del Patrimonio Cultural del cerro Centinela La Pavona de Lurín, reconocido por el Ministerio de Cultura y liderado por el profesor Carlos Augusto Rivas, presentará el I Coloquio Cultural: Propuestas para la Puesta en Valor y el Desarrollo Turístico del Cerro Centinela de Lurín este domingo 20 de octubre, a las 3:00 p. m. en la explanada del Mirador de la Casa Hogar Juan Pablo II, en la Centinela, distrito de Lurín, a tan solo dos cuadra de la Plaza de Armas.
En el cónclave participarán destacados profesionales de la investigación social, entre ellos los arquitectos Manuel Flores Caballero y Jeny Fernández Vilca, y los arqueólogos Noé Jave Calderón, Noelia Rodríguez, Frank Baquerizo y Jesús Ramos Giraldo, quienes disertarán acerca de la puesta en valor y el desarrollo turístico del cerro Centinela, el lugar más emblemático y considerado como apu protector y tutelar del histórico pueblo de Lurín. El ingreso es libre, previa inscripción en el WhatsApp 999 883 989.
El cerro Centinela está a escasa distancia de la Plaza de Armas de Lurín y en tiempo de la Autonomía del período intermedio tardío, de los ychmas e incas, el lugar fue considerado como un lugar sagrado, al considerarlo como un campo santo, a tal extremo que aquí se enterraban a los señores de la jerarquía, razón por la cual es arqueólogo alemán Max Uhle encontró tumbas reales y una serie de objetos de mucho valor para el estudio de la cultura peruana.
En cada sector del cerro Centinela se guardan muchos secretos de nuestras civilizaciones antiguas como fueron los Lima, Wari, Ychma e Inca, cada una de ellas con sus propias características y particularidad, puesto que podemos hallar en el lugar los orígenes de la presencia de los hombres como es su pacarina llamado El Cántaro del Inca, que es el manantial donde fluye el agua durante todo el año y alimentaba a los hombres de estas culturas en épocas de estiaje del río Lurín. En otro sector se observa a mucha distancia las cruces misioneras franciscanas de las mujeres y de los hombres, que en tiempos coloniales fueron colocadas para desplazar a la fuerza las creencias antiguas de sus apus que moran en sus cerros tal como también los creyeron los antiguos lurinenses, por la cruz de la cristiandad.
En otros tiempos, en estos lugares los antiguos coolies, los esclavos chinos, lo eligieron como su campo santo, el lugar de veneración por la tranquilidad de sus almas y es que a sus muertos “los sepultaban piadosamente para que sus espíritus no deambularan por el espacio, hasta que su cuerpo no repose en el seno de la madre tierra” tal como señala Oliver García M. en su trabajo Los chinos en la guerra del Pacífico. De igual manera, los coolies que murieron en la guerra eran traídos a la Centinela, porque ellos habían prometido en su conclave participar a favor del enemigo invasor e incluso en Lurín, frente al Santuario celebraron su ritual a la que llamaron el “Juramento del Gallo” que es una ofrenda a su deidad Kuan, su dios de la guerra.
Es así como el cerro Centinela en sus tres sectores, el cerro Cavero, que significa lugar de sembradores, el cerro La Pavona, por la dimensión de su forma en reposo de una monumental ave que es la imagen que se deja ver a la distancia en el cerro Centinela, lugar que guarda los monumentos de arquitectura inca de mucho valor que los estudios de proyecto de evaluación arqueológicos debe de ampliar sus límites, porque hasta la fecha solo se han reconoce 19 hectáreas y podrían ser mucho más, de sus 53 hectáreas recuperadas por la población de manos de los traficantes que ya hasta había trazados líneas para venderlos a incautos que no conocer el valor histórico de este emblemático lugar de Lurín.
Las propuestas de los expositores en este evento cultural se hará llegar a las autoridades que tienen competencia en esta área y no olvidar que son los mismos pueblos que viven en el entorno, quienes deben proponer sus alternativas para la puesta en valor y el desarrollo turístico del cerro Centinela.
¿Qué hacer con los espacios de la Centinela? Esa es la pregunta porque la zona representa para el pueblo de Lurín el lugar pacarinas muy espacial, en la medida en que siempre fue lugar sagrado para sus habitantes.
Diversos muros de señalamiento han sido derribados para propiciar nuevas invasiones que ponen en riesgo el patrimonio arqueológico del cerro Centinela ya declarado como zona arqueológica y existe un gran sector aún sin investigación lo que podría ampliar a más de 19 hectáreas.