InternacionalLo último

Alexéi Navalni: El opositor ruso murió en la cárcel

Era considerado el enemigo número uno de Vladimir Putin.

El opositor ruso y principal adversario del Kremlin Alexéi Navalni murió el viernes en la cárcel del Ártico donde purgaba una pena de 19 años de cárcel, informaron los servicios penitenciarios.

“El 16 de febrero de 2024, en el centro penitenciario  N°3, el prisionero Navalni A.A. se sintió mal después de un paseo (…), las causas de la muerte están siendo esclarecidas”, indicó el servicio penitenciario de la región ártica de Yamal en un comunicado. 
El equipo en el exilio del líder opositor ruso Alexéi Navalni afirmó el viernes que no tenía confirmación de su muerte y que un abogado se dirigía a la colonia penitenciaria del Ártico, donde el servicio penitenciario ruso indicó que había fallecido.
“Todavía no tenemos confirmación al respecto”, declaró en redes sociales la portavoz de Navalni, Kira Yarmish, añadiendo que “el abogado de Alexéi está en estos momentos de camino a Jarp”, la ciudad del Ártico donde se encuentra la prisión. “En cuanto tengamos alguna información, informaremos sobre ello”, señaló.

Putin

“El presidente ha sido informado”, declaró Peskov, citado por la agencia de noticias estatal TASS, añadiendo que los servicios penitenciarios se ocupaban de las “verificaciones” y del “esclarecimiento” de la causa de la muerte.

Navalni, el enemigo número uno

Bloguero, abogado anticorrupción y organizador de las mayores protestas antigubernamentales desde la caída de la URSS, Alexéi Navalni, enemigo número uno del presidente ruso, Vladímir Putin, murió hoy en prisión.
“Vladímir el envenenador”, así es como Navalni llamó en febrero de 2021 al jefe del Kremlin durante el primero de los juicios en su contra, procesos políticos criticados por la oposición rusa y Occidente.
Era el faro de la primera generación libre en la historia de Rusia. El Kremlin era tan consciente de ello, que en medio de la campaña militar en Ucrania la Justicia rusa le impuso la última de sus penas, con lo que sumaba casi 30 años de cárcel.
La cárcel no impidió que Navalni condenara abiertamente lo que llamó “guerra criminal” en Ucrania, cuyo único objetivo, según el opositor, es permitir que Putin “conserve el poder”.
También arremetió contra la movilización parcial decretada por el jefe del Kremlin, cuyo objetivo sería “involucrar al mayor número de gente” en el crimen y “manchar de sangre a cientos de miles de personas”.
Además, afirmó que “Putin está perdiendo” y pronosticó “una enorme cantidad de muertes (…) en la trituradora de la guerra”.
Aprovechó la impopularidad del conflicto para reactivar su movimiento político, proscrito por “extremista”, con el lema “ninguna guerra, ninguna movilización, libertad para Navalni”.
 

Condena de cárcel

La paciencia del Kremlin con Navalni se terminó en agosto de 2020. Entonces, según la oposición extraparlamentaria, las autoridades dijeron basta y decidieron eliminar al político ruso con mayor tirón en Occidente.
“Putin ordenó mi asesinato”, dijo Navalni tras recuperarse en Alemania del envenenamiento con un agente tóxico de la familia Novichok.
La operación secreta de los servicios especiales salió rematadamente mal y Navalni volvió a mediados de enero pasado a Rusia cual ave fénix para desafiar al líder ruso.
Pero el Kremlin le estaba esperando. Las autoridades aprovecharon su negativa a personarse ante la autoridades por un antiguo caso penal para enviarle a prisión.
De esta forma, Putin se libraba de otro enemigo como ocurriera en su momento con el hombre más rico de Rusia, Mijaíl Jodorkovski, encarcelado en Siberia (2003), o el opositor Boris Nemtsov, asesinado frente al Kremlin en 2015.
Navalni era el opositor con más gancho electoral, pero tras ser víctima de un intento de asesinato a manos del Servicio Federal de Seguridad (FSB) se convirtió en una celebridad en el exterior.
Hasta entonces, ese honor, el envenenamiento con agentes tóxicos, había estado reservado casi exclusivamente para antiguos espías del FSB que se habían pasado al enemigo, como Skripal o Litvinenko.

Zar de las redes sociales

Navalni, un experto en el uso de las redes sociales, preparaba ya su venganza, que llegó en forma de tres comprometedores vídeos para el Kremlin.
Con la ayuda de Bellingcat y varios medios occidentales, logró recabar datos que probaban, según el político, la implicación del FSB en su intento de asesinato.
No se limitó a ello, sino que incluyó una conversación telefónica con uno de los presuntos participantes en la operación secreta que admitía que sus cómplices habían rociado Novichok en la ropa interior del opositor.

Related Articles

Agregue un comentario

Su dirección de correo no se hará público. Los campos requeridos están marcados *

Back to top button