El 82.3% de la población del área urbana a escala nacional percibe que en los próximos 12 meses puede ser víctima de algún hecho delictivo. En Lima y Callao esa cifra se eleva a 90.3%. Ello significa que, en la capital del país, de 100 personas más de 90 cree que cualquier día del próximo año en una calle, una esquina, dentro de su casa o un vehículo será abordada por los amigos de lo ajeno. Y confirma que el primer año del próximo gobierno será muy difícil en cuanto a seguridad ciudadana.
Dichas cifras, que corresponden al informe técnico sobre inseguridad ciudadana del INEI, nos ponen ante una realidad que el especialista en seguridad ciudadana César Ortiz Anderson, quien fue entrevistado por nuestro canal digital La Noticia Multimedia, califica como alarmante. Según su análisis, desde que se levantaron las cuarentenas decretadas por la pandemia, los actos delincuenciales han ido en aumento y hoy la situación es realmente crítica.
Hay varios factores que inciden en el fracaso de las políticas de seguridad ciudadana o lucha contra delincuencia. Uno de ellos, según el citado analista, es la politización de la policía, que -según él- empezó cuando el expresidente Alan García, en su primer gobierno, unió la Guardia Civil, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones del Perú (PIP) para crear la Policía Nacional del Perú (PNP).
En realidad, la politización de sectores públicos como la seguridad nacional, la cultura y educación ha dado lugar a injerencias perjudiciales en el desarrollo de las correspondientes instituciones encargadas de llevar adelante las políticas públicas en consonancia con el Poder Ejecutivo. Para César Ortiz, esta politización en la policía es más que evidente y se ha convertido en la causa del fracaso de la lucha contra la delincuencia en los últimos regímenes.
Hay mucho por hacer en el sector. Se podría poner en debate, por ejemplo, las propuestas para equiparar las funciones de los policías y los fiscales, de tal modo que los primeros se encarguen de la investigación preliminar y preparatoria, mientras que los segundos se limiten a la conducción jurídica. Habría que ver hasta qué punto una medida de esta naturaleza es positiva.
¿Quién será el primer ministro del Interior en el próximo gobierno? ¿Quién el director de la PNP? Esperamos que las decisiones se tomen con criterio técnico y no político, pues la seguridad ciudadana es uno de los principales problemas del país. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
