No existe ninguna prueba que involucre a Keiko Fujimori con el delito de lavado de activos, afirmó su abogada Giuliana Loza. Explicó que, durante toda la investigación, el piloto de la DEA que la acusó no presentó ninguna prueba que la involucre en un hecho delictivo y, por el contrario, se demostró que su declaración obedece a un problema personal con Joaquín Ramírez.
“La acusación quedó desvirtuada, además, porque la DEA, mediante un comunicado oficial, indicó que Keiko Fujimori no está ni ha estado previamente bajo investigación de la DEA”, aclaró.
Sobre la sesión del inmueble que fue utilizado como local de campaña de Fuerza Popular, señaló que se trató de un aporte formal y debidamente registrado ante la ONPE, y el contrato fue debidamente legalizado y notarizado.
