Opinión

A más delincuencia, más aprobación

Por: Fernando Cillóniz Benavides

La aprobación del expresidente Castillo no fue poca cosa: 20, 25, 30%. ¿Sorprendente? No me parece. Más bien, lo que sí me parece sorprendente fueron las razones que dieron muchos analistas para explicar tales niveles de aprobación.

¿Qué dijeron los analistas al respeto? Pues que “la victimización le dio resultados”. “El desprestigio del Congreso favoreció al expresidente”. “Los Consejos de Ministros Descentralizados le jugaron a su favor”. “La gente se identificó con el maestro provinciano”. “Es un hombre humilde y de familia”. Bla, bla, bla… Todo eso – y más – dijeron muchos analistas sabelotodo para explicar la relativamente alta aprobación que tuvo el expresidente Castillo.

Bueno pues, yo tengo otra lectura de la situación. Castillo tuvo un amplio respaldo entre las personas involucradas en el mundo delincuencial. Particularmente, los involucrados en el mundo de las drogas: productores de hoja de coca, amapola y marihuana; procesadores de pasta básica de cocaína, clorhidrato de cocaína y heroína; proveedores de insumos para la elaboración de drogas, transportistas, mulas y “burriers”, distribuidores y comercializadores de drogas, capos de mafias, consumidores, drogadictos y demás. Incluso, el expresidente tuvo un amplio respaldo de terroristas que – aparte de ser sanguinarios criminales – fungen de guachimanes de los cárteles del narcotráfico. ¡Cómo no iba a tener respaldo Castillo si él mismo ordenó la desactivación de todos los programas de lucha contra las drogas!

Por otro lado ¡cómo no iba a tener el respaldo de todos los involucrados en la minería y tala ilegal, si su gobierno se enfrascó en perseguir a todos los mineros y madereros formales, sin tocar para nada a los mineros ilegales y madereros furtivos! ¿Qué decir del asqueroso mundo de la corrupción en el Estado, incluidos los corruptores del sector privado? Para que se entienda bien. ¿De qué lado creen que estaban los miles de proveedores del Estado – incluidos contratistas y consultores – que están donde están, gracias a las coimas y sobornos que intercambiaban con funcionarios corruptos designados por el mismísimo expresidente Castillo?

Por todo ello ¡claro que Castillo tuvo 20, 25, 30% de respaldo! No tapemos el sol con un dedo. Gran parte del mundo ilegal y delincuencial lo respaldó. Más bien, alegrémonos de que su respaldo no haya sido mayor. En ese sentido ¡qué bueno que el 70% de los peruanos estuvimos en contra de Castillo! ¡Es extraordinario que una clara mayoría estemos en contra de un expresidente que pretendió convertirnos en un narcoestado!

La pobreza – que para algunos, es un descaro moral – para muchos es una gran oportunidad de enriquecimiento. El narcotráfico – repito – gana mucho con la pobreza. Los pobres – hambrientos, sin oficio, desesperados – suelen ser presa fácil de los narcotraficantes. Poder ganar miles de dólares, tan sólo por llevar un paquete de aquí a allá… ¡cómo no caer en las garras del narcotráfico!

Y en cuanto a la minería y la tala ilegal. ¡Cuánto dinero! Miles de millones. Soles o dólares… da lo mismo. El hecho es que estamos hablando de un dineral. ¡Cuánta coima! ¡Cuánta plata debajo de la mesa! ¡Cuántas autoridades metidas en la colada! ¿Cuánta plata le llegaba al Número 1? Por eso tuvo 20, 25, 30% de aceptación.

(*) Expresidente regional de Ica

* La Dirección periodística no se responsabiliza por los artículos firmados

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