Sigue la guerra por la tilde

Por: Martín Valdivia Rodríguez

El lenguaje es un fenómeno social y, por lo tanto, está en constante movimiento y evolución. De tal manera que cada cierto tiempo nacen nuevas palabras o mueren otras. O algunos vocablos adquieren nuevas acepciones, de acuerdo con áreas geográficas, costumbres culturales, el tiempo y otros factores. O se corrige, actualiza o precisa la norma. Desde hace varios años, la Real Academia Española (RAE) sostiene una batalla académica por el uso del adverbio solo (que equivale a solamente) sin tilde con escritores, periodistas y otros intelectuales, quienes afirman que sí debe llevar acento ortográfico. La semana pasada, los medios informaban que la RAE había reculado en su posición y corregido la regla a este respecto. Sin embargo, la polémica continúa.

La RAE hizo una precisión. “Lo aprobado en el pleno del 2 de marzo no modifica la doctrina de la Ortografía de 2010. Incluso la expresa de forma más clara: 1. Se mantiene la obligatoriedad de no tildar el adverbio ‘solo’ y los pronombres demostrativos cuando no exista riesgo de ambigüedad. 2. Se mantiene la opción de tildar o no estas palabras cuando haya riesgo de ambigüedad. Al introducir ‘a juicio del que escribe’, no se añade nada nuevo. Es siempre el que escribe quien valora si existe o no ambigüedad. (…) La norma deja abierta la posibilidad de que no se tilden nunca ni el adverbio ‘solo’ ni los pronombres demostrativos, que es la opción más aconsejable”, escribió el ente rector en sus redes sociales.

El periodista, académico y autor Arturo Pérez-Reverte, quien es miembro de la RAE, señaló por Twitter que esta institución está ofreciendo “información sesgada e inexacta” sobre el acuerdo de la utilización de la tilde en el adverbio “solo”. Así como Pérez-Reverte, Mario Vargas Llosa -también miembro de la RAE- y el fallecido Javier Marías, se rebelaron al uso del adverbio solo sin tilde. Sin embargo, pese la licencia que ahora da, la RAE mantiene su postura.

En la lingüística, las reglas no están escritas en piedra, hay que actualizarlas y, si es necesario, corregirlas. Y ello es así porque lenguaje no es como las matemáticas, pues es un fenómeno en movimiento. No es igual decir “estoy solo (de soledad) en casa” que “estoy sólo (de únicamente) en casa”. En esta última, la tilde es necesaria. Este jueves habrá pleno en la RAE y los puristas tienen las de perder. Dicen que “la excepción hace la regla”. La frase encaja exactamente en esta polémica. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

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