La lideresa de Fuerza Popular, Keiko Popular, se encuentra entre la espada y la pared, pues Giancarlo Bertini, uno de los testigos claves en el caso que se le sigue por presuntos aportes ilegales a sus campañas presidenciales (20011 y 2016), espera ser internado en una celda y para ponerse luego a disposición del juez y decir toda la verdad.
Tras su arribo al país, Bertini se encuentra internado en la carceleta que el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) tiene dentro del penal Ancón II. Está a la espera de su clasificación para ser llevado al centro de reclusión donde cumplirá el mandato de 36 meses de prisión preventiva dictado en su contra.
El fiscal José Domingo Pérez, del Equipo Especial Lava Jato, pidió 22 años y 8 meses de prisión contra Bertini. Lo acusa del delito de lavado de activos, ya que habría captado “falsos aportantes” para el fujimorismo.
Fuentes del Ministerio Público revelaron que Bertini tendría la intención de declarar, a fin de aminorar el tiempo que podría pasar en la cárcel. Lo hecho por él se conoce como “pitufeo”.
