
La designación del nuevo Gabinete ha significado un presunto cambio en la relación entre el Gobierno y Perú Libre, o sea, entre Pedro Castillo y Vladimir Cerrón, pero la gente se pregunta si esto es realidad o ficción.
Pese a los dichos de “no nos representa”, “gabinete caviar”, “no daremos voto de confianza”, nos preguntamos: si este Gabinete estuviese al margen de Perú Libre, ¿por qué su abogado Luis Barranzuela es ministro del Interior? Y no solo fue abogado del partido, sino en lo personal de Cerrón y Bellido y asesor en el VRAEM con Bermejo, azuzando a los cocaleros que le tomaron la palabra y ahora tienen tomadas algunas vías. Además, recordemos que la PCM Mirtha Vásquez aseguró que ella no había propuesto al ex policía como ministro.
Si fuese auténtico este distanciamiento, por qué nombraron al brazo derecho de Cerrón como embajador en Panamá, que no le dio el beneplácito, quedando desairado el Perú. Pero sin solución de continuidad lo nombran embajador en Venezuela que lo aceptó de inmediato.
Pero el susodicho aspirante a embajador parece que verá nuevamente frustradas sus pretensiones; el lunes luego de una protesta en la puerta de Torre Tagle, la Fiscalía ha pedido su impedimento de salida del país y el Poder Judicial lo ha ordenado, por tanto, se queda con los crespos hechos y nuestra Cancillería por los suelos. Pero más grave que eso es el cambio antidemocrático que con este nombramiento se da a la dictadura de Maduro; el Grupo de Lima, que el Perú lideraba, hace pocos meses declaró que no reconocía a ninguna autoridad legítima en Venezuela, y que Maduro había ganado con fraude. Nos han vinculado con una satrapía asesina, corrupta y hambreadora y los peruanos tenemos derecho a protestar contra esta decisión que contradice el sentimiento de la mayoría de peruanos que defendemos la democracia.
Pero volviendo a nuestras preguntas iniciales, podríamos decir que la supuesta pelea tiene dos pruebas evidentes de un afecto inquebrantable, pues son más los temas que los unen que los incidentes que los separan. ¿Acaso ambos no tienen como primer punto en su agenda la Asamblea Constituyente? ¿La convocatoria de Ricardo Belmont, amigo de Cerrón, como asesor presidencial no es un indicio de su vinculación? ¿Y la felicitación por parte del líder de Perú Libre no corrobora la existencia de esta relación?
No hay que ser muy avisado para darse cuenta que nombrar a un ministro que les garantice que no se capturará a sus recientes patrocinados, o nombrar como embajador a una persona descalificada, bien vale para darle inmunidad diplomática y residencia pagada en el exterior a un miembro de Los Dinámicos del Centro, cosa que afortunadamente ha sido frustrada por el impedimento de salida.
Obviamente eso de que “no daremos voto de confianza” es una trampa al Congreso, en la cual los demócratas no deben caer; quieren hacerles gastar su bala de plata y luego se amistarán para las tribunas, porque como demostramos siguen siendo íntimos, en el fondo son más de lo mismo, comunistas trasnochados e incompetentes.
(*) Excongresista de la República
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
(*) La empresa no se responsabiliza por los artículos firmados.