Estados Unidos podría usar bomba de 13,600 kilos si lanza ataque a Irán

Las fuerzas armadas de Estados Unidos ya han trazado un plan para atacar Irán, que sigue bombardeando Israel. La decisión de ejecutar la acción depende del presidente Donald Trump, quien podría ordenar la utilización de una bomba de 13,600 kilogramos.

Si se produce el ataque de EE. UU. contra Irán, su principal objetivo sería la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordow, ubicada a 100 kilómetros al sur de Teherán. La planta está situada decenas de metros bajo una montaña. Israel tiene interés en Fordow porque es la única instalación nuclear iraní en la que los inspectores de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) han detectado partículas de uranio enriquecido con un grado de purificación necesario para la construcción de armas nucleares.

Sin embargo, Israel no cuenta con el armamento necesario para penetrar el más de un centenar de metros de roca que protegen el complejo subterráneo. Necesitaría tecnología estadounidense.

La fuerza aérea israelí tiene en su arsenal las bombas BLU-109 y GBU28, designadas como armas capaces de destruir búnkeres subterráneos. Con un peso de 2,270 kilogramos y guiada por láser, esta bomba fue usada por Israel para matar al líder de Hizbulá, Hasan Nasrala, el 27 de septiembre de 2024. Tiene una capacidad de penetración de hasta 20 metros de hormigón reforzado o roca.

Así que para acabar con Fordow y sus centrifugadoras, es necesario recurrir a la hermana mayor de la GBU-28, la GBU-57/MOP, un monstruo de 13,600 kilogramos capaz de penetrar hasta 60 metros de roca o concreto armado antes de explotar.