Continúa la incertidumbre laboral. ¿Hasta cuándo tenemos que esperar?

Se otorgó el voto de confianza al Gabinete Bellido, pero nada está claro a nivel laboral, toda vez que el titular de la cartera de Trabajo y Promoción del Empleo hasta el día de hoy, Sr. Iber Antenor Maraví Olarte, no ha salido a deslindar sus nexos con MOVADEF y Sendero Luminoso.

Lo que se viene más bien, es una fiscalización dura y más enérgica a todo el sector empleador, y para ello SUNAFIL ha implementado un sistema de notificación electrónica que en tiempo real hace que se reciban cartas inductivas en las casillas electrónicas.

La pandemia ha traído desolación económica, y pérdida de muchos empleos que en la actualidad no se han visto cubiertos. Por un lado, SUNAFIL, ha venido causando perjuicio al empleador agroindustrial, haciendo operativos encubiertos que no son legales, por cuanto esta singular técnica inspectiva no se encuentra regulada en la Ley de Inspección de Trabajo, Ley No 28806. No se puede permitir que una fiscalización laboral carezca de una orden de inspección previa o que la origine por denuncia de parte o de oficio. Un inspector de Trabajo no se puede hacer pasar por un empleado o trabajador para fiscalizar a un empleador, ello es ilegal.

En otro contexto, muchos trabajadores se niegan a vacunarse, y el empleador frente a esto no puede hacer nada, solo sensibilizarlo y capacitarlo respecto a las ventajas de la vacuna y primordialmente anteponer el derecho a la salud de él mismo y de sus demás compañeros de trabajo.

Según datos estadísticos 7 de cada 10 peruanos se han visto afectados por la pérdida de sus puestos de trabajo en el mes de julio, cifra alarmante que debe ser analizada por la cartera de Trabajo. No hay recuperación efectiva del empleo, y encima las fiscalizaciones laborales y multas pueden hacer que un empleador cierre operaciones o quiebre.

El camino a nivel laboral se torna oscuro, y ya se está hablando que se emitirán normas para favorecer la afiliación sindical, situación que alarma al sector empleador, pues no está preparado para asumir la entrega de mejores condiciones de trabajo cuando ha venido golpeado y sin caja por la pandemia. Los contratos modales laborales ya no se renuevan, y la precarización del empleo se incrementa por no existir una ruta adecuada y sostenible dentro del Ministerio de Trabajo.

No solo vale decir que se necesita presupuesto para propiciar más puestos de empleo, cuando lo real y cierto es que no se puede mantener la planilla mensual cuando no hay producción ni servicios.

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(*) Abogado Laboralista

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