
La semana pasada un sujeto mató a Gastón Medina, cuando salía de su casa en Ica. Gastón fue el periodista iqueño que más investigó, descubrió, y denunció la corrupción en la región. Sobre todo, en el Gobierno Regional. Pero también, en municipalidades, en congresistas iqueños, en el Poder Judicial y Ministerio Público, en universidades locales, incluso en la Policía de Ica.
Dos días después fue el sepelio. Nunca había visto al inmenso Santuario del Señor de Luren, tan lleno de gente. ¿5 mil personas? Casi todo Ica estuvo presente… excepto las autoridades regionales, municipales, congresal es, policiales y judiciales de la región. ¿Rabo de paja? Obvio.
La prensa mermelera también brilló por su ausencia. Me refiero al centenar de periodistas que el Centro Líber – y el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS) – identificaron y denunciaron en la investigación denominada “Las Redes del Gobernador de Ica”. (Léase, Las Redes de Javier Gallegos Barrientos).
Efectivamente, en Ica y en el país –existen los denominados periodistas mermeleros. Como Gobernador Regional en el período 2015 / 2018 tuve que lidiar con ellos. Y puedo afirmar con conocimiento de causa: son lo peor de lo peor.
A ese respecto, en uno de sus últimos programas en Cadena Sur TV, Gastón comentó la denuncia en mi contra por Lavado de Activos. Y la comentó como “el mundo al revés.” Se refería – por cierto – a la denuncia del Dr. Alberto Pachas, aquel cuestionado funcionario del entorno de Javier Gallegos: el ex Gobernador Regional que hoy afronta un proceso penal, ese sí, por presuntamente liderar una Organización Criminal.
Desde que empezó a hacer prensa en Ica, Gastón Medina fue muy frontal contra la corrupción, ganándose muchos enemigos y perdiendo muchos amigos.
No solo combatió a los corruptos a todo nivel, sino también a sus aliados y protectores qué vivían de la corrupción. Gastón se hizo tanta fama que consiguió fuentes que le proporcionaban información privilegiada para combatir la corrupción… con pruebas irrefutables: videos, audios, chats, correos, etc. Por ello fue tan eficaz. Gastón también fue muy solidario y defensor de muchas personas abusadas, tanto por el poder político como por familiares depravados. Recientemente, fue frontal con la gestión de Rocky Hurtado, el actual Gobernador Regional y su asesor Carlos Zegarra, por ser muy hostiles con la vicegobernadora Luz Canales, quien los denunció como organización criminal.
Antes cuestionó a la Corte Superior y al Ministerio Público por supuestamente coludirse con Javier Gallegos.
Igualmente, combatió duramente al actual alcalde de Ica, Carlos Reyes, por la cuestionada compra de 10 compactadoras de limpieza que no funcionaban bien. También cuestionó al General de la Policía regional, por su ineficiente labor en la lucha contra la criminalidad y por permitir la corrupción de ciertos jefes policiales.
Recientemente, se enfrentó a mafias que pretendían tomar control de algunos paraderos de transporte dentro de la ciudad de Ica. También fue frontal contra el entonces presidente de la Corte Superior de Justicia de Ica, Osmar Albújar, quien – dicho sea de paso – acaba de ser suspendido de sus funciones por presuntamente haber acosado sexualmente a una trabajadora de su institución.
A lo que quiero llegar es que el tipo que mató a Gastón Medina, fue un sicario. Ergo, el verdadero asesino fue aquel que contrató al sicario. Lo más probable es que sea un funcionario corrupto investigado y desenmascarado por el propio Gastón.
Los iqueños de bien le debemos a Gastón un monumento. Un monumento sencillo, en cuya placa se podría grabar algo así como: “en gratitud y admiración del pueblo de Ica, a Gastón Medina Sotomayor, quien dio su vida por la verdad y la justicia.”
(*) Exgobernador regional de Ica.
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