Para un mejor espectáculo
Por: César Picciotti

Hablando claro, de los doce clubes que participan en la Liga Nacional Superior de Voleibol (LNSV) sólo cinco cuentan con la espalda financiera suficiente como para mantener una planilla competitiva, sin sobresaltos y con la garantía de cumplir con las atletas y cuerpo técnico sin pasar apuros.
El resto de clubes (si acaso los podemos llamar así), son un conglomerado de dirigentes con mucho entusiasmo pero carentes de los recursos necesario como para afrontar una campaña deportiva digna y libre de sobresaltos. Sobregirados, con deudas antiguas y nuevas, apenas sobreviven gracias a algunos sponsors que aportan a duras penas, sin la seguridad de tener el dinero suficiente como para pagar a sus jugadoras a fin de mes.
¿Cómo se financian los clubes de la LNSV? Básicamente de dos fuentes: recursos propios (sponsors, actividades internas, taquillas) y por la Federación Peruana de Voleibol (FPV) a través de los sponsors oficiales (televisión y otros auspiciadores).
Esto último es así porque la FPV es la que se encarga de administrar el dinero que ingresa por los derechos de la televisión por cable y otros auspiciadores que se suman a la aventura de impulsar este deporte a nivel nacional. Asimismo, es depositaria de los dineros que ingresan por taquilla, la que es repartida en forma equitativa entre los 12 equipos participantes del torneo. Ustedes se preguntarán, ¿por qué los clubes, con todos los problemas financieros que tienen, no se encargan de administrar los recursos que ellos mismos generan? Simplemente porque no hay una asociación que los represente. Ellos le han dejado toda la administración, tanto deportiva como financiara a la federación, sin que ellos participen directamente de estos menesteres.
Esta situación hace que los clubes no puedan firmar contratos comerciales con ningún sponsor principal y estén ajenos a los mismos. Pero esto no es una novedad, viene haciéndose tal cual desde que comenzó a organizarse la LNSV e incluso desde antes. Ya sea por desidia o simplemente por falta de interés, los clubes no quieren administrar su propio torneo, competencia que es la “gallinita de los huevos de oro” y que mercería mayor interés por parte de ellos.
La FPV, de darse una competencia organizada por una asociación, sólo actuaría como auspiciador oficial, para darle a esta competencia el valor oficial frente a la FIVB (entidad similar a la FIFA de fútbol). Para que esto se dé, todo depende de los propios clubes, que se organicen, formen una asociación con presidencia y directorio, que sean ellos los dueños de su propio destino y no tengan que pasar peripecias económicas como lo hace hoy.
En el mundo entero el negocio del voleibol se maneja así. Las federaciones solo se encargan de manejar a sus selecciones nacionales, dejando a los clubes privados el manejo de sus propios torneos. Todo esto se consigue con organización, gestionando desde las bases un torneo que, como la LNSV, merece tener clubes sólidos y económicamente factibles.
(*) Periodista y dirigente deportivo
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