Respirar en forma adecuada puede mejorar la salud física y emocional

Respirar es algo natural, un proceso automático importante y fundamental para la vida. La respiración nutre las células de nuestro cuerpo con oxígeno y, por eso, realizarla de manera adecuada tiene un efecto positivo en la salud.

En los últimos años ha habido un auge en la práctica de disciplinas como el yoga, el pilates y el mindfulness (atención plena). Todas tienen algunas semejanzas y otras diferencias, pero en las tres la respiración juega un papel fundamental.

No es casual. Una respiración tranquila demuestra que la persona está en calma, mientras que una respiración agitada es sinónimo de ansiedad y temor.

EFECTOS POSITIVOS

Diferentes estudios han demostrado que la respiración tiene efectos positivos en: Controlar el estrés; reducir los niveles de ansiedad; combatir el insomnio; mejorar la concentración; y ser más creativo.

Esto es así principalmente por dos motivos. El primero, oxigenar el cuerpo de manera correcta devuelve la normalidad al sistema, bajando el ritmo cardíaco acelerado. El segundo, fijar la atención en la respiración hace que te concentres en ello, quitando la atención de los problemas que te habían alterado.

RECOMENDACIONES

Una buena postura: Cuando andas, mantén recta la espalda. Cuando estás sentado, la espalda debe estar completamente apoyada sobre la silla. Mantén los hombros relajados.

Incrementar los niveles de vitamina D: Un estudio de la revista Allergy determinó que las personas con asma y deficiencia de esta vitamina son más propensas a sufrir accidentes respiratorios.

Ventilar el hogar. Indispensable porque el aire que se respira en los espacios interiores sea de calidad.

Evitar gases tóxicos. Como el de las pinturas e insecticidas que pueden irritar los pulmones y los bronquios y a la larga facilitan el desarrollo de enfermedades respiratorias.

Buena hidratación. Permitirá la correcta generación de mucosidad que el organismo fabrica para defenderse de patógenos externos a las vías respiratorias.

Buena alimentación. Para poder nutrir los pulmones con alimentos que contengan vitamina C, A y E.

Pérdida de peso. La grasa afecta los pulmones.

Practicar deporte. Es beneficioso para la salud en su conjunto y también para ser conscientes de nuestra respiración. El yoga, el taichí o el Pilates son disciplinas que combinan el ejercicio físico con la respiración.