Opinión

Túpac Yupanqui, el APEC y Chancay

Por: Martín Valdivia Rodríguez

La llegada de autoridades y periodistas de 21 economías de la cuenca del Pacífico para la Cumbre del APEC y la inauguración del magapuerto de Chancay, eventos que darán un gran impulso al comercio, la industria y la economía en general de nuestro país, será una gran oportunidad para que países de diversas partes del mundo conozcan nuestra riqueza cultural, gastronomía, atractivos turísticos y también la historia de este país llamado Perú.

Uno de los hechos históricos que tienen que ver con la travesía del océano Pacífico, que será surcado por los barcos que saldrán y llegarán al puerto de Chancay, es el viaje que hizo, hace más de 500 años, el inca Túpac Yupanqui, según el historiador José Antonio del Busto, quien sustentó su teoría con sus hallazgos en una paciente y minuciosa investigación.

En su libro “Túpac Yupanqui, descubridor de Oceanía” (El Virrey, 2019), Del Busto plantea que alrededor de 1465 este inca habría recorrido más de 4000 millas marinas para llegar a la actual Polinesia Francesa y después continuar viaje hasta la isla de Pascua, la célebre Rapa Nui. Como indica claramente la obra literaria, esta proeza lo convertiría en el primer hombre extranjero en poner pie en Oceanía.

En su obra, el historiador recurre a relatos de cronistas y leyendas orales, toponimias, estilos arquitectónicos, medición de corrientes y vientos, formas de embarcaciones, etc., para fundamentar su hipótesis, que es respaldada por muchos otros estudiosos del pasado de nuestro país.

Dice Del Busto que, tras conquistar el golfo de Guayaquil (Ecuador), Túpac Yupanqui escuchó relatos sobre dos misteriosas islas: Auachumni y Ninachumbi, con las cuales los lugareños mantenían contacto. Esas historias despertaron el interés del inca, quien, ansioso por desentrañar estos enigmas, preparó una imponente flota de balsas para hacerse al mar. Fue así como en el año 1465, el hijo de Pachacútec alcanzó estas remotas tierras, llegando a las islas Mangareva (Auachumbi), Nuku Hiva y Rapa Nui (Ninachumbi).

Investigaciones recientes respaldan la teoría de Del Busto al descubrir similitudes en la composición genética, manifestaciones culturales y en la lingüísticas entre los pueblos de América del Sur y la Polinesia, la presencia del camote (originario de América) en Oceanía y construcciones muy parecidas en Vinapú (Isla de Pascua) y la arquitectura incaica.

Imagínense lo maravillados que estarían los visitantes de Australia, Nueva Zelanda, Papúa Guinea y otros países que estarán presentes en el APEC, si conocieran esta historia. Como buenos anfitriones, debemos ponerlos al tanto de nuestro pasado y darles a conocer la maravilla de nuestra cultura ancestral que es parte de la humanidad. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Ver también
Cerrar
Botón volver arriba