
El martes 10 se jugó la antepenúltima fecha de las clasificatorias de la CONMEBOL con los siguientes resultados: Perú 0 – Ecuador 0, Argentina 1 – Colombia 1, Bolivia 2 – Chile 0, Brasil 1 – Paraguay 0 y Uruguay 2 – Venezuela 0. Faltando las dos últimas fechas ya hay tres selecciones oficialmente clasificadas al próximo Mundial como son Argentina, Ecuador y Brasil.
Uruguay y Paraguay están prácticamente clasificadas, al igual que Colombia. Venezuela y Bolivia peleando por el sétimo puesto que permitirá jugar el repechaje. Perú esperando un milagro y Chile el primer eliminado. El milagro sería ganarle a Uruguay de visitante el nueve de setiembre y a Paraguay el catorce de setiembre en Lima, mientras que Venezuela y Bolivia deberían perder los dos partidos que les faltan.
Para complicar las posibilidades de ir al Mundial, Venezuela deberá perder por goleada. Aunque más complicado que las derrotas de Venezuela y Bolivia será ganar los dos partidos. Nuestra selección necesitaba ganar el martes 10 a Ecuador en el Estadio Nacional de Lima para seguir soñando y no lo logró a pesar de tener un hombre más durante los últimos quince minutos. La gran deuda de la selección sigue siendo el ataque, ha anotado tan solo 6 goles en 16 partidos (recordemos que el equipo de Reynoso no remató al arco rival en los primeros cuatro partidos). Un equipo que no anota no puede ganar partidos y de esa forma no puede pretender ir al Mundial.
Con Perú prácticamente eliminado, escuchamos voces indicando que se debe jugar con un equipo nuevo. Discrepo de esa posición, la selección debe ser defendida por los mejores, independientemente de la edad que tengan. Los cambios deben darse naturalmente, nunca forzados.
Insisto en que los responsables del mal momento por el que pasa nuestro fútbol son la Federación Peruana de Fútbol (FPF) que preside Agustín Lozano y los clubes que no trabajan adecuadamente sus divisiones menores. La FPF al permitir la presencia de seis extranjeros en cancha (para colmo, sin ningún requisito) y los clubes que no solo cubren el cupo de extranjeros, sino que adicionalmente contratan gran número de nacionalizados.
Por ejemplo, podemos ver que en el partido jugado el viernes 13 en el Cusco, entre Cusco F.C. y Cienciano, “el Papá” inscribió veinte jugadores, de los cuales solo ocho eran peruanos de nacimiento, menos de la mitad de los inscritos. Más que un equipo peruano parecía un equipo del resto del mundo. Adicionalmente, es importante indicar que ninguno era cusqueño.
¿Podemos denominar al Cienciano como un equipo cusqueño? Por su parte Cusco F.C., dentro de los veinte inscritos, inscribió trece peruanos, entre los cuales hubo dos nacidos en la Capital Arqueológica de América, aunque ninguno ingresó al campo.
(*) Periodista deportivo.