El exfiscal supremo Tomás Gálvez Villegas señaló que, al ordenar que se suspenda una diligencia en el local del Instituto de Defensa Legal (IDL), luego de recibir una llamada de Gustavo Gorriti —director de dicha ONG—, el exfiscal de la Nación, Pablo Sánchez, cometió tráfico de influencias.
En la víspera, la periodista Milagros Leiva reveló en su programa que el fiscal Rodrigo Rurush Castillo declaró ante el Ministerio Público que “el señor Pablo Sánchez Velarde me dijo: ‘Suspende inmediatamente la diligencia o atente a las consecuencias’”. Anoche, la misma conductora de televisión refirió que más fiscales revelaron presiones de Sánchez por la diligencia en IDL.
Al respecto, Tomás Gálvez indicó que en este hecho constituye delito “contra la administración de justicia”. Cabe recordar que el operativo en IDL se realize en el 2018.
“El hecho de que se obstaculizara la intervención a IDL dirigida por Gorriti, ya es un delito contra la administración pública, pues había encubrimiento real y personal”, detalló. “La cuestión es que la Fiscalía tenía que hacer esa diligencia y el otro señor (Pablo Sánchez) no tenía por qué ofuscarse. Sin embargo, recurrió al tráfico de influencias al llamar al fiscal Pablo Sánchez para que amenace al fiscal que estaba realizando la diligencia.
Al respecto, la exprocuradora anticorrupción Yeni Vilcatoma dijo que Pablo Sánchez “actuó como un diligente abogado de Gustavo Gorriti, quien en plena diligencia lo llamó muy molesto por la irreverencia y Pablo Sánchez reconoce la llamada al fiscal para ordenarle que interrumpa su diligencia y se retire del lugar”.
“Esto se llama establecer relaciones extraprocesales con las partes, infracción muy grave sujeta a sanción disciplinaria, causal de suspensión inmediata”, explicó.
