En su gobierno, Pedro Castillo impulsó la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Incluso ya tenía a la persona que se haría cargo de dicha cartera, el físico nuclear y divulgador científico Modesto Montoya, quien al final tuvo que conformarse con el Ministerio del Ambiente, pues el proyecto de la nueva cartera no prosperó y ni siquiera se debatió en el Congreso. El Perú tiene 18 ministerios, además de la Presidencia del Consejo de Ministros. Uno más habría aumentado la burocracia y repetido las funciones de otras carteras ministeriales.
La congresista Katy Ugarte, quien perteneció Perú Libre, acaba de presentar un proyecto para reducir la cantidad de ministerios de 18 a solo 9, el mismo número que ahora tiene Argentina tras la decisión de su presidente, Javier Milei, quien en su campaña electoral prometió acabar con la excesiva burocracia con una campaña cuyo símbolo era una motosierra.
Desde el punto de vista cuantitativo y cualitativo, los ministerios deben corresponder a la realidad de un país. Por ejemplo, Alemania tiene 14 carteras ministeriales y el primer ministro es el gobernante, es decir, no hay presidente de la República. En cambio, Italia cuenta con 22 carteras. Y Suecia tiene 23, entre ellos algunos imposibles de concebir para la realidad latinoamericana, como el de Asuntos Europeos; de Asuntos Civiles; de Migraciones, y de Igualdad de Género. Pero no se deben crear ministerios en función de tendencias ideológicas o conveniencia política.
La propuesta de Katy Ugarte plantea la fusión de varias carteras en una sola y en eso se diferencia a la de Milei. El presidente argentino optó por la eliminación y/o transferencia de funciones. Así, desapareció los ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación (sus funciones pasaron a la Jefatura de Gabinete); de Ambiente y Desarrollo Sostenible (al Ministerio del Interior); de Turismo y Deportes (al Ministerio del Interior); de Transporte (al Ministerio de Infraestructura); de Obras Públicas (al Ministerio de Infraestructura); de Desarrollo Territorial y Hábitat (al Ministerio de Infraestructura); de Educación (al nuevo Ministerio de Capital Humano); de Cultura (al Ministerio de Capital Humano); de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (al de Ministerio de Capital Humano); de Desarrollo Social (al Ministerio de Capital Humano); de Mujeres, Géneros y Diversidad (al Ministerio de Capital Humano); el de Justicia y Derechos Humanos cambió su nombre por simplemente Ministerio de Justicia.
Con la reducción de la burocracia excesiva se busca el ahorro, la eficiencia y combatir la corrupción. Esperamos que en el país también ocurra lo mismo para terminar de una vez por todas con tanta burocracia que no lleva a ningún avance. Porque lo que digo y escribo siempre lo firmo.
