
La selección boliviana enfrentó un episodio de tensión diplomática tras su derrota 2-0 ante Venezuela en Maturín. La delegación denunció haber sido retenida por más de doce horas sin autorización para abandonar el país, hecho que el director técnico Óscar Villegas vinculó a estrategias de hostigamiento previo al próximo partido contra Chile.
El incidente ocurrió en la noche del viernes, cuando el vuelo chárter programado para el retorno a Bolivia fue cancelado sin explicación formal. Según el coordinador de selecciones Carlos Pino, las autoridades venezolanas alegaron «suspensión de vuelos internacionales», pese a tratarse del único vuelo programado en la zona.
La delegación debió regresar al hotel cerca de la medianoche y recién pudo despegar al mediodío del sábado, tras gestiones del vicecanciller boliviano Elmer Catarina.
Villegas reveló que había anticipado esta situación: «Solicité intervención diplomática porque temíamos que repitieran lo ocurrido con Perú en marzo».
El estratega se refirió al partido donde la selección peruana también enfrentó dificultades logísticas en la misma ciudad. «Están dispuestos a todo para afectar nuestro rendimiento ante Chile», afirmó.