La situación del congresista Darwin Espinoza se complica. La Fiscalía de la Nación, en el marco de la investigación que se sigue en contra del legislador por haber usado a los trabajadores de su despacho para impulsar su partido político en Áncash, consignó entre su material probatorio los intentos del parlamentario por borrar evidencia de las computadoras de su despacho.
Según el testimonio de un testigo protegido, Darwin Espinoza ordenó a sus empleados borrar información comprometedora de sus computadoras. Según las declaraciones de este testigo, dos empleados de su despacho buscaron la ayuda de un técnico en la conocida zona comercial de la av. Wilson, en el centro de Lima, para infectar los equipos con virus que impidieran la identificación de archivos.
El legislador enfrenta serias acusaciones de presunto peculado y uso irregular de recursos del Congreso; y ahora podría afrontar una nueva, la de obstrucción al desarrollo de las investigaciones.
