“Se necesitan jueces sin rostro contra el crimen”

• Según Juan Carlos Liendo, se debe aplicar el Código de Justicia Militar con detenciones masivas, jueces sin rostro, juicios sumarios y cárceles temporales tipo de guerra con una unidad de comando, pero todo esto con las leyes de excepción.

POR: CARLOS RIVERO MELGAR

El exjefe de la Dirección Nacional de Inteligencia (DINI), Juan Carlos Liendo, afirmó que, ante el alto índice de criminalidad es inevitable que el control de la seguridad pase a manos de las Fuerzas Armadas. En entrevista con nuestro canal digital La Noticia Perú, señaló que un cambio de ministro no va a resolver el problema porque se deben hacer reformas estructurales.

En el Congreso hay pedidos de censura contra el ministro del Interior, Juan José Santiváñez. ¿Basta con el cambio de ministro para solucionar la inseguridad ciudadana?

Un cambio de ministro por sí solo no va a resolver el problema, porque el problema es estructural. Se tienen que hacer reformas estructurales en el Ministerio del Interior, en la Policía Nacional, lo que va a ser muy complicado. En el Ministerio Público más aún, porque enfrentamos un problema de seguridad nacional. La Policía ha sido desbordada, tan desbordada que han vuelto a declarar estado de emergencia, el jefe policial tiene que firmar un documento que dice que no puede cumplir con su función, necesita ayuda, y eso es lo que está sucediendo. Yo puedo opinar que es anticonstitucional porque, cuando la Policía es rebasada en el control de orden interno, entonces las FF. AA. asumen el control del orden interno para restablecerlo. Eso quiere decir que tiene que estar a cargo del Comando Conjunto.

¿Considera que el estado de emergencia es acertado?

Los estados de emergencia son estados de excepción dentro del concepto de seguridad nacional, no son una herramienta de gestión pública, ni orden público, ni de seguridad ciudadana. Los estados de excepción no son una herramienta de orden interno, es un estado de excepción constitucional en términos de seguridad nacional, y ese apoyo es una ley mal dada, sin fundamentos, que va a arrastrar juicios a muchos militares, porque el problema no es policial, el problema es de seguridad nacional y debe estar a cargo del Comando Conjunto.

¿Si la Policía ha sido rebasada es necesario que el control de la seguridad esté a cargo de las FF. AA.?

Va a ser inevitable, pero no puede ser de la noche a la mañana. La PNP tiene más efectivos que las FF. AA., la PNP tiene más recursos que todo el Ministerio de Defensa, hay un problema de gestión y corrupción; entonces tiene más efectivos, tiene más presupuesto y no puede ser un problema de gestión. Las FF. AA. necesitan incrementar sus efectivos, hacer llamamientos de reservas, equipamiento, entonces la solución es complicada y requiere medidas urgentes de respuesta inmediata, de corto, mediano y largo plazo, para no vilipendiar de recursos y para no seguir debilitando el Estado. El tema de sacar las FF. AA. a las calles no es que se abren los cuarteles y los soldados salen, tiene que haber un plan que es producto de una directiva de seguridad nacional, esa directiva, producto de una estrategia, y esa estrategia, producto de una decisión política con responsabilidad, donde firmen la presidenta, el premier, el ministro de Defensa, del Interior, el presidente del Poder Judicial, del Congreso, el ministro de Economía y de RR. EE.

¿Contamos con las herramientas para derrotar este fenómeno, tal como se hizo con Sendero Luminoso?

Estamos con serias desventajas, porque estamos en un país políticamente dividido y fragmentado, con un enfrentamiento entre los poderes del Estado. No pueden existir soluciones aisladas, es mucho más complejo, no hay todas las herramientas, se tienen que solucionar los problemas políticos con el Ministerio Público, se tienen que dar las leyes adecuadas y se tiene que reorganizar el sistema de seguridad. Soy un convencido de que, tal como sucedió en Colombia, donde la Policía fue superada por el crimen a fines de los 90 y tuvo que ser integrada al Ministerio de Defensa, aquí en el Perú la situación es complicada, es necesario evaluar que la PNP pase a integrar el Ministerio de Defensa mientras el Ministerio del Interior se reorganiza, porque el problema es muy grande. Entonces, se debe declarar la guerra a las organizaciones terroristas internacionales, aplicar el Código de Justicia Militar, detenciones masivas, jueces sin rostro, juicios sumarios y cárceles temporales tipo de guerra con una unidad de comando, pero todo esto con las leyes de excepción que dice la Constitución, dentro del Estado de derecho y con la responsabilidad de los miembros del Consejo de Seguridad Nacional, no hay otra solución esto va a seguir empeorando.

El penalista Humberto Abanto señaló que los caviares son responsables de la ola criminal. ¿Coincide con él?

Definitivamente, este no es un problema que aparece de la noche a la mañana las instituciones no se desmoronaron de un día para el otro, el país no entra en caos de un día para otro, y la responsabilidad de estos son los liberales progresistas de la izquierda global, caviares, que desde hace 25 años han venido desconfigurando la estructura de las leyes, minando la jerarquía de la Policía, politizándola, debilitando a las FF. AA. y dando leyes garantistas que favorecen a los delincuentes. El señor Abanto tiene toda la razón.

Y se viene un proceso electoral…

Si no se toman medidas urgentes, rápidas y concretas, va a ser el proceso electoral más sangriento de nuestra historia, más caótico, sumado a la protesta de la minería informal ilegal, manifestaciones violentas dirigidas por el crimen. El calendario electoral va a estar marcado por la voluntad de las organizaciones criminales frente a la incompetencia del gobierno actual.

“UN TERRORISTA ES UN ENEMIGO AL QUE LO JUZGA EL FUERO MILITAR”

Juan Carlos Liendo sostuvo que, el término de terrorismo urbano es un eufemismo creado por personas que no conocen la dirección del tema de seguridad nacional y no se atreven a definir el terrorismo. “Un terrorista, dentro de la lógica de la seguridad nacional, es un enemigo, lo juzga el fuero militar, va a una cárcel tipo prisionero de guerra. En el caso de nosotros, así derrotamos a Sendero, que no era un delincuente criminal común, era un enemigo del Estado. Nosotros hicimos la tarea, hoy se requiere innovar, adaptarse, pero con la misma determinación”, apuntó.