Salen los ricos turrones con sabor a esperanza

En el mes morado es clásico en el Perú consumir el tradicional turrón de Doña Pepa, y a la vez una oportunidad de negocio. Así, un joven estudiante de Psicología, ha visto la oportunidad de emprender la venta de este dulce tradicional, que adicionalmente, llevan mensajes de aliento y felicidad en cada caja del tradicional postre limeño.

Gianpiero Rossi, de 22 años, es un estudiante del noveno ciclo de la carrera de Psicología que creó una oportunidad que le permita generar alguna entrada y comprar libros de su especialidad, ya que actualmente viene realizando un Internado sin recibir paga como parte del proceso curricular de su carrera, en una posta médica de Puente Piedra, que, sumado a las clases en la universidad, no le alcanza el tiempo para buscar trabajo, así que optó por su propio emprendimiento.

Decidió preparar en una panadería el clásico postre, para ofrecer a sus familiares y amistades, aunque muchas veces era testigo del estado de animo de las personas, por eso decidió crear sus “Turrones de la esperanza”, adjuntando algunas frases, pensamientos y deseos para que esas breves palabras sirvan de estímulo y afecto, en un momento que de repente lo necesitaban, como si fueran un abrazo. “Si bien este rico postre de antaño que combina la masa de harina con manteca y ajonjolí horneada, bañado con miel de frutas, y caramelos les encanta a las familias peruanas, trato de agregar un sabor más dulce a su vida, con una cartita y dentro un mensaje, tal como las galletas chinas de la fortuna, pero al estilo peruano”, dice el estudiante.

Gianpiero Job -cuyo su segundo nombre del personaje bíblico que el Dios le impuso infortunios para probar su paciencia y fe-, confía que tener la aceptación de las personas que deseen probar un delicioso turrón lleven, además, un incentivo grato y motivador, en épocas de tensiones. Además, indica que se especializará en Couching Motivacional para elevar el autoestima de la gente.