“Rusia y Perú se dieron la mano en los momentos más difíciles”
Por Enrique Rodríguez Jiménez
La Encargada de Negocios interina de Rusia en el Perú, Natalia Sentenkova, en diálogo con el canal digital del diario La Noticia, explicó que las relaciones entre ambos países, que datan de hace 161 años, se basan en el respeto mutuo. Destacó que su país continuará siendo socio estratégico del Perú en el ámbito educativo y tecnológico.
¿Qué es lo más importante de las relaciones bilaterales entre Perú y Rusia?
El año pasado celebramos 160 aniversario de las relaciones diplomáticas entre ambos países. El ímpetu para establecer las relaciones pasaba por la necesidad de la gente que quería desarrollar relaciones comerciales, hacer más intercambios de sus productos.
En ese momento suscribimos el convenio de comercio y navegación, que cimentó las bases principales de nuestra relación eterna de paz y amistad, pero no llegamos a abrir nuestras embajadas, sino hasta febrero de 1969 y este año celebramos el aniversario 55 del establecimiento de relaciones bilaterales a nivel de embajadas.
Cuando llegó al gobierno Juan Velasco Alvarado implementó una política exterior más equilibrada y por eso se establecieron relaciones diplomáticas con la Unión Soviética y la cooperación en todas las esferas económica, comercial, científico-técnica, educación, cultura, mejoró.
Nosotros continuamos con el desarrollo de los contactos en todas las esferas, y ahora nuestras relaciones están basadas en los principios de respeto mutuo, consideración de los intereses de ambos países.
¿Cuáles considera que son los acontecimientos más emblemáticos en la historia de las relaciones entre Rusia y Perú?
Empezaría con el primer contacto de rusos y peruanos en el año 1815, cuando la fragata “Suvórov”, comandada por el almirante ruso Mikhail Lazarev, llegó al Callao. Existen comentarios y notas históricas del viaje y la recepción que tuvieron.
Ese fue nuestro primer contacto comercial porque se compró productos oriundos de Rusia, y se llevó fibra de alpaca y otros productos de este país, además que surgió el interés por comprar salitre y guano. Otro acontecimiento importante fue el intercambio de las cartas entre el presidente (Miguel de) San Román y el emperador Alejandro II (1862-1863) que marcó el inicio de los contactos diplomáticos.
En 1969 tenemos el establecimiento de relaciones diplomáticas a través de embajadas y 1991 el reconocimiento de la Federación Rusa como sucesor de la URSS; el 2015 suscribimos la declaración de los socios estratégicos.
¿Siempre hubo un apoyo mutuo entre ambos países?
En los tiempos más difíciles siempre nos dimos la mano. En 1964, una delegación de deportistas llegó a Perú y, según sus comentarios, los peruanos mostraban un interés vivo por las costumbres de la entonces URSS. Durante la II Guerra Mundial, los peruanos recaudaban fondos para ayudar al ejército rojo en el combate contra los nazis.
En 1970, tras la tragedia en Huaraz, brindamos una ayuda humanitaria masiva, y ahí tuvo origen nuestra cooperación técnico-militar porque nosotros en aquel entonces donamos tres helicópteros con fines humanitarios.
Nuestra amistad no está sujeta a coyunturas políticas e intereses de bloque y se encamina a la prosperidad de los pueblos y está basada en principios de solidaridad y fraternidad.
Gracias a los convenios bilaterales, la Federación de Rusia brinda apoyo en el aspecto tecnológico, educativo y de salud.
Durante la pandemia brindamos ayuda humanitaria al Perú que consistió en el envío de pruebas covid-19. En el 2014 ayudamos a Perú a lanzar su primer satélite, Chaski, elaborado por la UNI. Tenemos casi 500 estudiantes peruanos que, gracias a una beca, estudian en Rusia una carrera universitaria para ser especialistas en varias materias.
El nivel de comercio en los mejores tiempos se llegó a los 800 millones de dólares. Por las sanciones estamos adaptando nuevas estrategias y vamos recuperando el volumen de comercio.
Apoyo mutuo para el desarrollo de nuestras naciones
¿Y qué ámbitos de cooperación son en este momento los más prioritarios?
Siempre estamos persiguiendo los intereses prácticos de ambos países para el desarrollo de nuestras naciones. Lo hacemos con inversiones, comercio, educación, ciencia, tecnología. Una parte importante es una esfera técnico-militar. Siempre ofrecíamos al Perú el material que se utilizaba para los fines humanitarios, no para los fines bélicos; nuestros helicópteros eran siempre los mejores de características técnicas para usar en las montañas.
Ahora no solo se utilizan para atender emergencias, sino también para combatir actividades delictivas como el narcotráfico.