La forma en que el Congreso peruano está manejando sus contrataciones ha encendido las alarmas entre exparlamantarios y expertos en gasto público, quienes denuncian una alarmante falta de filtros y un impacto fiscal sin precedentes.
Según Richard Arce y Gilbert Violeta, exmiembros del Legislativo, se ha puesto de manifiesto un sistema que se ha convertido en una vía para el clientelismo político a expensas de las arcas del Estado.
En entrevista con Canal N, indicaron que se ha habilitado un mecanismo de contratación de personal “a dedo”, prescindiendo de concursos públicos y de los requisitos técnicos mínimos. “La falta de controles mínimos como grados académicos, experiencia y perfiles técnicos ha convertido al Parlamento en una plataforma para favorecer aliados políticos”, sentenció Violeta.
La magnitud del problema se refleja en las cifras. Richard Arce destacó que el Congreso peruano opera con una planilla que supera los 5,000 trabajadores, “el doble de lo requerido para un Congreso funcional”.
